Las empresas españolas que quieran cobrar dividendos y repatriar las inversiones generadas en Argentina deberán pagar una tasa del 17,5% a través del impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria – que se conoce bajo las siglas de PAIS-. A pesar de que el actual presidente, Javier Milei, durante la campaña electoral dijo que era contrario a subir impuestos y califica al estado como “una organización criminal violenta que vive de una fuente coactiva de ingresos llamada impuestos”, desde el inicio de su mandato ha subido varios componentes del impuesto PAIS.
Desde este mes de mayo y hasta finales de este año, cualquier persona que quiera comprar dólares “destinados a giros de utilidades y dividendos, así como a la repatriación de inversiones generadas por los no residentes en el país desde el primero de septiembre de 2019” deberá pagar un tributo del 17,5%, reza el Decreto 385/2004.
Esta tasa se creó, de hecho, en 2019 bajo el mandato del kirchnerista Alberto Fernández y principalmente se aplica a la compra de dólares, importaciones y exportaciones. En el caso del denominado “dólar ahorro”, aquellos ciudadanos que querían cambiar sus ahorros de pesos a dólares estadounidenses tienen un límite de compra de 200 dólares americanos a través del banco y las casas de cambio oficiales a un tipo de cambio mayor que el dólar oficial, eso sí, pagando una tasa impositiva PAIS del 30% y otra de impuesto a las ganancias, que Milei subió del 35% al 45%.
Por otro lado, en el tema de las importaciones y las exportaciones, nada más llegar a la Casa Rosada (residencia presidencial de Argentina), Milei subió el gravamen a las importaciones del 7,5% al 17,5%. Al mismo tiempo, impulsó un gravamen del 15% a las exportaciones no agrarias.
A las plataformas de servicios digitales o streaming se mantuvo el gravamen del 8% y la adquisición de bienes en el exterior, como los seguros, se tributan al 25%.
Esta nueva modificación fue publicada en el Boletín Oficial de la República y rubricada por el presidente, Javier Milei, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse y el ministro de Economía, Luis Caputo. Para justificarla, en el decreto destacan que lo que buscan es estimular la inversión y garantizar un sendero fiscal sostenible para el país.
Así, la nueva ampliación del impuesto pone todavía más lejano el objetivo de eliminar este tributo en el corto plazo, tal y como se había prometido durante la campaña y al inicio de la legislatura por parte del partido Libertad Avanza. La justificación es que primero “hay que reordenar la economía”.
El Ejecutivo, a través de su portavoz del Gobierno Manuel Adorni, anunció que estas medidas se tomaban para salvar a “un paciente en terapia intensiva, a punto de morir”.
A esto se suma que las compras en el exterior, tanto de bienes como de servicios, tienen ahora un gravamen del 17,5% por el incremento del impuesto PAIS. Este martes el dólar tarjeta cotizaba a un valor de 1.484 pesos argentinos. Es decir, las personas que realicen pagos con tarjeta en el extranjero o en otra divisa deberán sumar al nuevo tipo de cambio por dólar oficial de 927,58 pesos el 60% en impuestos (unos 556,2 pesos). Esto significa que la compra de bienes en el exterior es un 30% más cara de lo que se pagaba hasta ahora.
En un informe emitido por la consultora de economía y negocios argentina, ABCEB, al que tuvo acceso elEconomista.es, aseguran que el aporte de esta subida de la presión fiscal será un 2% del PIB y reiteran que el Estado sigue presente en lo que se refiere a la presión tributaria y eso “no juega a favor del crecimiento y la generación de empleo” y por eso incrementaron la Asignación Universal por Hijo y el subsidio de alimentos.
Según los datos de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), hasta el mes de noviembre se recaudó con el impuesto PAIS 1.792.498 millones de pesos (unos 2.054 millones de euros), esto lo convierte en el impuesto que más recauda en Argentina, seguido por el IVA (1.665.240 millones de pesos) y el impuesto a Débitos y Créditos en cuenta corriente (382.566 millones de pesos).