El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha asegurado que las órdenes de detención contra él y el exministro de Defensa Yoav Gallant emitidas este jueves por la Corte Penal Internacional (CPI) están motivadas por el “odio antisemita”.
Netanyahu ha explicado que esta “decisión antisemita” es comparable a la conspiración que sufrió a finales del siglo XIX el capitán del Ejército francés Alfred Dreyfus, de religión judía. “La medida equivale a un moderno juicio Dreyfus”, ha dicho en un comunicado difundido por su oficina.
Asimismo, el primer ministro israelí ha acusado al fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, de haber solicitado estas órdenes de detención para “salvar su pellejo de los graves cargos contra él por acoso sexual” y de haber mentido cuando aseguró que no tomaría decisión alguna hasta viajar a Israel y escuchar a sus autoridades. “Por eso canceló repentinamente su llegada el pasado mes de mayo, pocos días después de que surgieran sospechas contra él por acoso sexual”, ha repetido, en relación con unas acusaciones que ya investiga la CPI y que Khan ha negado.
“Ninguna decisión antiisraelí impedirá al Estado de Israel defender a sus ciudadanos“, señala el primer ministro, quien ha remarcado que no cederá ante las presiones y seguirá persiguiendo todos los objetivos que Israel se propuso cuando empezó “su guerra justa contra Hamás y el eje terrorista iraní”. El resto del Gobierno ha coincidido en señalar que, con esta medida, la CPI ha vuelto a incidir en su “antisemitismo”, perdiendo toda legitimidad al ponerse “al servicio de los terroristas” y obviando el derecho a defenderse de Israel.
Katz ha llamado “corrupto” al fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, y ha advertido de que no permitirán que un “organismo hostil, hipócrita e ilegítimo” se imponga sobre las autoridades y militares israelíes. “Quien piense que puede disuadirnos de lograr todos nuestros objetivos de guerra mediante decisiones absurdas que favorezcan a Irán y sus representantes se enfrentará a un Estado fuerte y decidido que actuará con poder en todos los ámbitos -militar, político y legal- para contrarrestar todas las amenazas”, ha destacado.
Por su parte, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, ha defendido que la respuesta a estas órdenes de detención debe ser “la aplicación de la soberanía sobre Judea y Samaria -Cisjordania-, la colonización de todo el país y la ruptura de los vínculos con las autoridades terroristas”. “La Corte Penal Internacional de La Haya demuestra una vez más que es antisemita hasta la médula. Esto es una completa locura”, ha dicho Ben Gvir, al mismo tiempo que ha asegurado no haberse sentido sorprendido por esta decisión.
Para otro miembro ultraderechista del gabinete, el ministro de Finanzas, Belazel Smotrich, la acción de la CPI debe servir para que Israel tome medidas definitivas contra la Autoridad Palestina (AP), a quien responsabiliza de haber liderado la apertura de este procedimiento contra Netanyahu y Gallant. “La Autoridad Palestina trabaja constantemente para socavar la existencia del Estado de Israel y nos perjudica en el ámbito internacional, no es un socio para la paz: es una carga a la que hay que poner fin”, ha dicho, pidiendo a Netanyahu que imponga las sanciones que propuso para lograr el “colapso” de la AP.