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Salud

Dolor de columna

El dolor de columna o dolor de espalda es una de las causas más frecuentes de dolor en la población general, y es un motivo habitual de consulta médica. La columna vertebral es el mástil de nuestro cuerpo y desempeña tres funciones principales: proporcionar soporte estructural, permitir el movimiento del tronco y proteger los elementos neuronales.

Desde un punto de vista biomecánico, la columna vertebral es una estructura multiarticular que comprende numerosos segmentos o unidades, lo que permite movimientos en muchas direcciones, además de la absorción y distribución de cargas. La unidad funcional vertebral lo constituyen las vértebras adyacentes, el disco intervertebral, los ligamentos espinales y las articulaciones facetarias (AF) entre ellas. La lumbalgia es el dolor localizado en la parte inferior o baja de la espalda, cuyo origen tiene que ver con la estructura músculo-esquelética de la columna vertebral. El dolor lumbar puede ser producido por daños en múltiples estructuras anatómicas dada su amplia inervación sensitiva que, por sí sola, puede generar dolor, ya sea de origen radicular, discogénico, sacroilíaco, músculo-ligamentario y/o facetario. Esta patología afecta tanto a personas jóvenes, como adultas y mayores. Aparece tanto en trabajos sedentarios como en aquellos que implican un gran esfuerzo físico.

Dolor de columna
Estudio del dolor de columna

La columna vertebral está formada por huesos, músculos, tendones, nervios y otros tejidos que se extienden desde la base del cráneo hasta la pelvis. Las vértebras son los huesos que conforman la columna vertebral, se dividen en:

7 cervicales, localizadas en la parte superior de la columna.
12 torácicas, las costillas están insertadas en ellas.
5 lumbares que, como el nombre indica, están en la zona lumbar.
5 sacras, fusionadas en una sola y se articulan con la pelvis.
3-5 del coxis, vertebras residuales de la parte final de la columna.

Entre cada vértebra hay un disco intervertebral que la separa de la siguiente. Los discos son estructuras fibrocartilaginosas que nos sirven de amortiguamiento a modo de almohadillas. Con el paso de los años, de manera normal, se van desgastando, pierden su elasticidad y pueden causar dolor lumbar. Cada vértebra está formada por un arco vertebral, que protege la médula espinal.

Según la localización del dolor, hablamos de lumbalgia si el síntoma de dolor es en la zona lumbar, dorsalgia en la zona torácica o cervicalgia en la zona cervical. En el origen del dolor pueden estar implicadas, como hemos visto, diferentes estructuras musculares, articulares o nerviosas.

Por tanto, se debe prestar especial atención a los síntomas del paciente, realizar una adecuada historia clínica con una exploración exhaustiva y rigurosa, que junto con las pruebas complementarias, nos orienten a un diagnóstico certero y de esta manera poder plantear el tratamiento más adecuado.

Tipos de dolor de columna

Síndrome miofascial

El síndrome miofascial es un cuadro de dolor regional muscular, localizado en un músculo o grupo muscular. El síndrome miofascial consta de una banda tensa dentro del músculo, dolorosa y palpable en cuyo seno se encuentra el punto gatillo o trigger point. Se caracteriza por dolor en la zona muscular y dolor referido a distancia, sin déficit motor o sensitivo asociado. La presencia de una banda tensa y palpable a lo largo del músculo expresa un estado anormal de tensión en la fibra muscular. Se atribuye a una disfunción de la placa motora, lugar donde las motoneuronas contactan con las fibras musculares, se produce por lo tanto una contracción muscular mantenida en condiciones de reposo que lleva a una alteración del flujo de sangre, oxígeno y nutrientes de la zona en cuestión, lo que conlleva un fallo metabólico o crisis energética, además de una isquemia relativa mantenida.

Estas condiciones favorecen la liberación de sustancias inflamatorias y algógenas que completan el círculo de contracción muscular y dolor. Está relacionado con factores mecánicos de sobrecarga o sobreutilización muscular, como microtraumatismos repetidos, sedentarismo, malas posturas, estrés o desequilibrio mecánico, enfermedades articulares, etc. El paciente refiere dolor a la presión del punto gatillo y limita la movilidad del músculo. Los músculos más frecuentemente afectados son los utilizados para mantener la postura corporal, cuello, hombros y cintura pélvica (trapecio, psoas, cuadrado lumbar, piramidal, etc.).

El hallazgo más frecuente es la palpación de una banda tensa en el musculo doloroso que provoca en el paciente una respuesta desproporcionada a la presión aplicada. No existe una prueba diagnóstica, por laboratorio o imagen, que nos diagnostique el síndrome miofascial o dolor muscular, pero una exploración física rigurosa y una adecuada historia clínica debe llevarnos a un diagnóstico preciso.

Tratamiento Síndrome Miofascial

El tratamiento requiere un abordaje multidisciplinar y debe ser individualizado en cada caso. Educar al paciente, ejercicios domiciliarios, eliminar factores desencadenantes, junto a fisioterapia y farmacología será la primera línea de tratamiento. En los casos refractarios, donde a pesar de las medidas de primera línea, el paciente continua con limitación de la calidad de vida a causa del dolor, la infiltración de los puntos gatillo con anestésicos locales, corticoides o toxina botulínica pueden ayudar a resolver el cuadro de dolor muscular.

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