El Fiscal General es señalado como cercano al presidente, Nayib Bukele. Foto: La Hora/AP.

La Asamblea Legislativa salvadoreña reeligió para un periodo de tres años al fiscal general Rodolfo Delgado, un abogado que según los opositores es cercano al gobierno del presidente Nayib Bukele.

Delgado había sido nombrado fiscal general el 1 de mayo, fecha en que asumió la nueva Asamblea Legislativa controlada por el partido Nuevas Ideas de Bukele y se destituyera de un plumazo a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y al entonces fiscal general Raúl Melara, quienes fueron sustituidos de inmediato.

Un mes después, Delgado anunció que El Salvador finalizaba su acuerdo de cooperación con la Comisión Internacional Contra la Impunidad en El Salvador, apoyada por la Organización de Estados Americanos.

La destitución de los magistrados de la Corte Suprema y del máximo fiscal del país centroamericano fue el detonante de un creciente deterioro de las relaciones entre los gobiernos de Estados Unidos y de El Salvador.

Delgado recibió los votos de 66 de los 84 diputados del partido Nuevas Ideas y sus aliados que controlan por completo el Congreso unicameral. Su reelección se da pese a la supuesta oposición del gobierno de Estados Unidos que, según denunció Bukele, había pedido que no reeligieran a Delgado.

Los recientes señalamientos de Estados Unidos de que el gobierno del presidente salvadoreño negoció con las poderosas pandillas con presencia en gran parte del país provocaron que Bukele revelara supuestas conversaciones en WhatsApp con la entonces principal diplomática de Estados Unidos en El Salvador, Jean Manes.

Bukele aseguró que, en su última reunión con Manes, la diplomática le pidió la liberación del exalcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt, y la no reelección de Delgado.

Bukele le respondió a la señora Manes en un tuit que «no tenía la facultad de liberar a Ernesto Muyshondt; además era evidente que ÉL SÍ HABÍA ENTREGADO DINERO A PANDILLAS y que había 2 vídeos que lo comprobaban. Uno de ellos lo muestra entregando una montaña de dinero en efectivo». La embajada estadounidense no había formulado de momento comentarios a lo señalado por el líder salvadoreño.

En cuanto a la relección del actual fiscal, Bukele dijo «que creía que Rodolfo Delgado había hecho un buen trabajo hasta ahora, como fiscal general» y que no interferiría si la Asamblea Legislativa decidía reelegirlo. A fines del mes pasado, Manes anunció que dejaría el cargo y señaló que Bukele «no muestra interés» en mejorar la relación bilateral.

Delgado ha pasado gran parte de su carrera en el Ministerio Público, ocupando varios cargos, incluido el de asesor del fiscal general de 2016 a 2017. Después de dejar ese cargo, Delgado trabajó en la práctica privada, incluida la defensa del director de la Policía Nacional Civil de Bukele, a quien la anterior Asamblea Legislativa había acusado de incumplimiento de sus funciones.

Acción Ciudadana, un organismo no gubernamental que promueve la transparencia, lamentó que el Congreso realizara un proceso de elección «que no cumple con los estándares internacionales en la materia», pues consideró que no se definió el perfil del funcionario a elegir, ni se establecieron criterios objetivos de evaluación de los aspirantes.

Según la ONG, el proceso no ofrece las garantías suficientes respecto de que se eligió a una persona independiente e imparcial.

El conservador partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena) dijo que no votó porque Delgado es un fiscal impuesto y que le falta de independencia, ya que «sólo persigue casos contra opositores y tiene un pasado cuestionable», agregó.

Por su parte, Bukele arremetió contra los opositores en su cuenta de Twitter. «La elección del Fiscal General deja claro que la oposición solo ataca por atacar. Si votan juntos, dicen que son robots. Si votan separado, dicen que intereses oscuros los dividen. La oposición atacará CUALQUIER COSA. No importa si es contraria a lo que habían atacado antes».