El interés creciente en los mercados financieros chinos, evaluados en 50 billones de dólares, lo muestran tanto en EE.UU. como en Europa.
Varios bancos occidentales aumentaron sus inversiones en China en miles de millones de dólares el año pasado a pesar de las tensiones políticas y comerciales entre el gigante asiático y Estados Unidos.
La exposición de Goldman Sachs en China creció el 33 % el año pasado hasta 17.500 millones de dólares, cubriendo una amplia gama de financiación a compañías y entidades gubernamentales, según un informe anual del banco, citado por Bloomberg.
Junto con Citigroup, JPMorgan Chase, Bank of America y Morgan Stanley, este indicador llegó a 77.800 millones de dólares, un aumento del 10 % desde 2019.
El mercado financiero chino, valorado en 50 billones de dólares, es una potente atracción para los gigantes bancarios mundiales.
Los bancos son “atraídos a un fuerte rendimiento económico como una polilla a una llama”, según Brock Silvers, director de inversiones en Kaiyuan Capital.
Bancos europeos también aspiran a incrementar sus inversiones en China. HSBC Holdings está planeando invertir al menos 6.000 millones de dólares en Asia, incluida China.
Credit Suisse Group está buscando el control completo de su empresa de valores en China y está planeando duplicar su plantilla e ingresos en esa economía. UBS Group también intenta duplicar su presencia en China dentro de 3 a 5 años y aumentar la participación de su empresa de valores allí. Barclays aspira a expandirse en China continuando inversiones en el mercado de capitales, que ha mostrado un fuerte crecimiento durante la pandemia.