Las autoridades ucranianas advirtieron que la resistencia consiguió repeler a las fuerzas invasoras en algunas zonas de esa ciudad del Donbass. El gobernador de Lugansk ratificó que las milicias ucranianas obtuvieron victorias en “algunos frentes”. Por su parte, Rusia destruyó un puente para evitar la llegada de refuerzos. Por otro lado, la inteligencia local mantiene contactos con los prisioneros de Azovstal y otro barco ruso traslada metal en Mariúpol.
Transcurridos 101 días desde el inicio del conflicto armado en Ucrania, el foco de los combates se trasladó al Donbass, donde desde hace semanas las fuerzas rusas pujan contra la resistencia ucraniana para avanzar en el este del país.
Luego de semanas de triunfos y progresos de las tropas de Moscú, este sábado las autoridades ucranianas informaron que sus soldados ganaron posiciones en Severodonetsk e hicieron retroceder a su adversario.
No obstante, los enfrentamientos siguen y los rusos derribaron puentes para impedir la llegada de refuerzos locales. Entretanto, la Inteligencia ucraniana confirmó contactos con los prisioneros que estaban en la acería de Azovstal.
Una nueva embarcación arribó al puerto de la ciudad tomada por las fuerzas de Moscú con la intención de extraer acero del país y trasladarlo a Rusia, algo que Kiev denunció como un saqueo ilegal de recursos.
Un anterior navío sacó 2.500 toneladas de rollos de acero laminado y los llevó a Rostov el pasado 31 de mayo.
Paralelamente, la agencia oficial TASS informó que el muelle ucraniano de Berdiansk, también controlado por Rusia, reanudará sus operaciones en los próximos días.
El centro de entrenamiento de artillería de las Fuerzas Armadas de Ucrania, ubicado en Sumy, en el noreste del país, fue alcanzado por misiles de alta precisión.
Allí había instructores extranjeros capacitando a los soldados para utilizar obuses estadounidenses, según informó el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov.
Por otro lado, el vocero agregó que en Odesa, otro ataque a distancia destruyó “un punto de despliegue de mercenarios extranjeros”. También derribaron un avión que cargaba armas y municiones.
Los separatistas de la región del Donbass afirmaron este sábado que están rumbo a la ciudad ucraniana de Sloviansk que, junto con Kramatorsk, es uno de los objetivos principales de las fuerzas rusas para completar la ocupación de la provincia de Donetsk.
“Nuestras tropas están avanzando hacia Sloviansk”, escribió el Mando General de la Defensa Territorial de Donetsk en su cuenta de Telegram luego de que las milicias tomaran el control de Brusivka y de Sosnove.
Los servicios locales mantienen comunicación con los combatientes que fueron capturados tras su rendición en la acería de Mariúpol. Denys Monastyrskiy, ministro del Interior, dijo que desde Kiev están haciendo todo lo posible para liberarlos. “Es a través de Inteligencia que estamos aprendiendo sobre las condiciones de detención, la alimentación y su posible liberación”, agregó.
No obstante, el destino de los prisioneros es completamente incierto luego de que las autoridades rusas dijeran que solamente pensarán en un intercambio después de que sean juzgados.
“Sabemos que todos estarán aquí en Kiev. Estamos haciendo todo lo posible para que así sea”, expresó el ministro del Interior. El Kremlin quiere que los 2.000 soldados que se rindieron en Azovstal sean tratados por los estándares internacionales.
El gobernador de Lugansk, Serhiy Haidai, afirmó que la resistencia se impuso a los azotes de artillería rusa y consiguió avanzar posiciones, provocando un retroceso de los invasores. “Rusia todavía no tomó la ciudad por completo”, advirtió.
El funcionario estima que “un 20 por ciento” de la localidad fue recuperada. “Tan pronto como obtengamos una gran cantidad de armas occidentales de largo alcance, haremos retroceder su artillería y luego la infantería correrá”, agregó. Los militares ucranianos tienen bajo control la zona industrial de Severodonetsk.
Haidai también informó a través de una transmisión televisiva que los puentes sobre el río Severy Donetsk habían sido destrozados por Rusia en un intento de evitar que lleguen refuerzos y suministros.
En la ciudad vecina de Lysychansk, el contexto se agrava. Con la presencia de Moscú cada vez más fuerte, el alcalde Oleksandr Zaika dijo que el 60% de la infraestructura y las viviendas fueron destruidas y no tienen servicios de comunicación.