En un discurso pronunciado este domingo durante el desfile por el Día de la Marina, el mandatario ruso, Vladímir Putin, ha asegurado que las fuerzas navales de Rusia están comprometidas con la protección de las fronteras marítimas del país euroasiático a toda costa.
En este sentido, Putin ha señalado que Rusia tiene los límites bien definidos y los defenderá de cualquier manera. “En primer lugar, se trata de nuestras aguas árticas, las aguas de los mares Negro, de Ojotsk y de Bering, el Báltico y los estrechos de las Kuriles. Los protegeremos con firmeza y por todos los medios”, ha aseverado Putin.
Además, ha subrayado que la Flota de Rusia cuenta con la capacidad de “responder con la velocidad de un rayo” a cualquiera que se atreva a poner en peligro la soberanía y la libertad del país, apuntando que el panorama político del mundo actual empuja a Moscú a tomar acciones “adecuadas, prontas y decisivas”.
EE.UU. debería acelerar y modernizar su proceso de construcción naval para seguir el ritmo del desarrollo de las Armadas de Rusia y China, aseguran analistas.
Putin hace alarde de Zircon, misil sin parangón
Asimismo, el jefe de Estado ha presagiado que la Marina rusa se dotará de los misiles de crucero Zircon en los próximos meses, lo que permitiría a este cuerpo militar enfrentar más rápidamente las amenazas.
A renglón seguido, ha precisado que la fragata Admiral Gorshkov será la primera en entrar en servicio equipada con estos armamentos y ha adelantado que el “área para las operaciones de la nave equipada con misiles de crucero hipersónicos Zircon será elegida en función de los intereses de garantizar la seguridad de Rusia”.
Los misiles Zircon, que conforme los describe el mandatario, “no tienen análogos en el mundo y para los que no hay barreras”, son capaces de alcanzar velocidades equivalentes al Mach 9 y tienen un alcance de más de mil kilómetros.
Durante los últimos años, Rusia ha modernizado gran parte de su armamento, incluidos misiles, cazas y tanques, para hacer frente a los posibles ataques contra su seguridad proveniente de las fuerzas de EE.UU. y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), desplegados en las fronteras rusas, especialmente en el flanco occidental del vasto territorio de la Federación Rusa.