En medio de la evidencia de una fuerte desaceleración en la actividad económica, el presidente de la FED, Jerome Powell, fue claro en señalar que el objetivo del Comité de Política Monetaria (FOMC) es generar las condiciones para que la inflación se ubique en 2%. Para Powell, si bien las cifras de IPC (Índice de Precios al Consumidor o inflación) y PCE (Índice de precios del Gasto de Consumo Personal) de julio son un paso en la dirección correcta, aún resulta prematuro considerar que las presiones de precios se han controlado por completo, por lo que no habría espacio para interrumpir el ciclo de normalización. En referencia implícita al periodo de Arthur Burns (1970-1978) al frente de la FED, Powell declaró “que la evidencia histórica advierte de la seriedad de los riesgos de moverse a una postura de política monetaria más acomodaticia antes de tiempo”.
Powell indicó que, aunque las estimaciones de una tasa neutral de largo plazo se ubican entre un 2.25% y 2.50%, para controlar el actual choque de inflación la economía requeriría una postura “restrictiva” por algún tiempo. De esta manera, no sólo confirma que el FOMC sigue considerando la necesidad de ajustes adicionales en la tasa de política, sino que implícitamente sugiere que una postura realmente “restrictiva” solo se obtendría a partir de los futuros incrementos. Sobre este punto, el presidente de la FED , agregó que el Comité de Política espera que la economía reporte tasas de crecimiento por debajo de la tendencia de largo plazo “durante algún tiempo”, lo cual incluye un deterioro en las condiciones del mercado laboral.
Aunque Powell ratifica la necesidad de mayores aumentos en la tasa “pese al dolor asociado a estos”, abre la puerta a que los ajustes futuros sean de menor magnitud. En el discurso fue explícito en señalar que a medida que la postura de política monetaria se endurece más, sería apropiado reducir la magnitud de incrementos de tasas. En referencia directa a la reunión de septiembre, Powell dijo que aún no hay consenso y que todo dependerá de los datos observados desde julio.
La reacción de los inversionistas ha sido mixta; sin embargo, la probabilidad asignada por el mercado a un incremento de 75 puntos básicos se elevó a un 58.5% tras las palabras de Powell. En las últimas semanas los principales índices de renta variable habían logrado revertir buena parte de las pérdidas acumuladas en el año, sugiriendo una expectativa de una postura más dovish en este discurso de Jackson Hole. Pero, tras la ronda de intervención verbal de varios miembros del FOMC en los últimos días, las tasas de negociación de los bonos del Tesoro parecieron incorporar una postura más hawkish en el simposio de hoy. Una vez confirmada la continuidad del ciclo de normalización, aunque con la posibilidad de que sea a un ritmo más pausado, los precios de los principales activos de riesgo han retomado la presión a la baja, mientras que en el caso de las tasas de operación de los bonos del Tesoro se ha observado una moderación en la presión al alza, acompañada de mayores niveles de inversión de la curva.
Finalmente, si bien el discurso de Powell acota el margen de interpretación sobre las futuras decisiones de política monetaria, no disminuye la incertidumbre entre los inversionistas. Aunque recientemente se ha observado un retroceso en las cifras de inflación en EE.UU., las renovadas presiones en precios de bienes energéticos (gas) y los anuncios de implementación de gasto federal bajo programas anunciados hace unos días como el de “combate a la inflación” o condonación de créditos estudiantiles, entorpecen la velocidad de ajuste en la inflación. De otro lado, la continuidad del ciclo de normalización, tal y como lo manifestó Powell, tendrá mayores efectos en la actividad productiva. De esta manera, los inversionistas seguirán enfrentando un ambiente de deterioro en las expectativas de crecimiento, en medio de un proceso intermitente de convergencia de la inflación hacia los niveles planteados por la autoridad monetaria.
Reporte de Credicorp Capital