La ciudad de Guangzhou, en el sur de China, se enfrenta a su momento “más difícil y grave” en casi tres años de lucha contra el covid-19, con un brote que desde inicios de noviembre ha superado los 12.000 nuevos casos, reportan medios locales.
Según los datos revelados este jueves 10 por la Comisión Municipal de Salud de Guangzhou, en la jornada anterior se confirmaron en la metrópolis 2.555 nuevas infecciones, elevando el número total de contagiados en los primeros nueve días del mes a 12.846.
Zhang Zhoubin, portavoz del centro local para el control y la prevención de enfermedades, destacó la velocidad de la propagación y el fuerte enmascaramiento de una cepa mutante de omicron. Además, la densidad de población extremadamente alta de la ciudad, especialmente en el distrito de Haizhu, también proporciona un entorno adecuado para la rápida propagación del virus, señaló.
Por su parte, la comisión municipal señaló que cuenta con videos que demuestran que algunos ciudadanos violan las reglas de prevención, control y confinamiento.
Una residente de Haizhu explicó, citada por SCMP, que se trata de uno de los distritos más antiguos de la ciudad y que la zona alberga numerosos edificios no regulados con casas una al lado de la otra, en lugar de complejos residenciales vallados, lo que dificulta mantener a la población en sus domicilios.
“Además, los administradores de nuestras áreas siguen diciendo que es un confinamiento ‘en teoría’. No se impusieron muchas acciones obligatorias, por lo que realmente depende de la acción voluntaria de cada uno”, dijo.
China mantiene una estricta política de ‘cero covid’ que consiste en el aislamiento de los contagiados, campañas masivas de pruebas PCR y restricciones de movimientos para contener la propagación del virus. No obstante, las infecciones continúan ganando impulso.