Cerca de la mitad de las empresas del Ibex 35, el índice bursátil que integra a las mayores cotizadas españolas, paga más de la mitad de sus impuestos fuera de España, en línea con Ferrovial, que abona hasta el 82% en el extranjero.
El peso de la contribución fiscal en el exterior ha sido uno de los argumentos esgrimidos por Ferrovial para explicar por qué tiene sentido migrar su sede social a Países Bajos -desde donde confía en que le será más fácil abrirse paso en otros mercados de capitales, incluido Wall Street-, una decisión que ha provocado un enérgico rechazo por parte del Gobierno.
Aunque muchas empresas no quieren difundir esta información detallada o aseguran que la desconocen, los datos recopilados por EFE muestran que más de la mitad de los integrantes del principal indicador bursátil español paga por impuestos más fuera de España que dentro.
Se trata de un reparto acorde al hecho de que el 60% de las empresas del Ibex 35 generan igualmente más de la mitad de su negocio fuera de España.
La contribución fiscal se compone de lo abonado por el impuesto de sociedades -que grava el beneficio de las empresas- y otros impuestos “soportados” o costeados por la compañía (como las contribuciones a la Seguridad Social); así como por los impuestos “recaudados” por ellas pero que no les suponen un coste (como las retenciones a los trabajadores a cuenta del IRPF).
En 2019, la contribución fiscal en España de las empresas del Ibex 35 fue de unos 42.500 millones, según PwC, una cantidad que se redujo durante la pandemia, pero que se fue recuperando, hasta los 37.700 millones en 2021.
Según los cálculos de EFE, la contribución fiscal global de todas ellas en 2022 superará los 80.000 millones y cerca de la mitad serán impuestos de otros países.
nte
Se trata de un reparto acorde al hecho de que el 60% de las empresas del Ibex 35 generan igualmente más de la mitad de su negocio fuera de España.
La contribución fiscal se compone de lo abonado por el impuesto de sociedades -que grava el beneficio de las empresas- y otros impuestos “soportados” o costeados por la compañía (como las contribuciones a la Seguridad Social); así como por los impuestos “recaudados” por ellas pero que no les suponen un coste (como las retenciones a los trabajadores a cuenta del IRPF).
En 2019, la contribución fiscal en España de las empresas del Ibex 35 fue de unos 42.500 millones, según PwC, una cantidad que se redujo durante la pandemia, pero que se fue recuperando, hasta los 37.700 millones en 2021.
Según los cálculos de EFE, la contribución fiscal global de todas ellas en 2022 superará los 80.000 millones y cerca de la mitad serán impuestos de otros países.