La reunión entre los dos líderes será el primer encuentro diplomático de Xi después de su visita a Moscú. Pero Sánchez no será el único líder europeo en visitar las instancias chinas
El presidente español, Pedro Sánchez, visitará Pekín el 30 y 31 de marzo. En la visita se reunirá con su homólogo chino, Xi Jinping. Desde el Gobierno, la visita se enmarca como una prueba de la relevancia internacional de Sánchez y de España en un contexto internacional complejo. El mandatario español será el primer líder occidental en entrevistarse con el emperador Xi tras su encuentro con Putin. El líder socialista le podrá preguntar de primera mano al mandatario chino qué significa la lacónica frase de “vamos a protagonizar un cambio no visto en 100 años” que le dijera al ruso al despedirse.
La invitación de China al presidente español supone evidentemente un éxito diplomático, entendida la diplomacia como relevancia y capacidad de estar en las mesas donde se discuten los temas importantes. China es hoy esencial en el tablero global y España, aunque lo es menos, ocupará el próximo semestre la presidencia rotatoria del Consejo de la UE. Pekín ha demostrado hasta ahora que, al menos de forma directa, su única enemistad manifiesta es con los Estados Unidos. La potencia asiática pretende que fluyan los múltiples acuerdos comerciales que tiene con Europa. La visita, además, ocurre el año del 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.
Pero las visitas internacionales tienen siempre dos caras. Lo que ocurre de puertas para afuera y lo de consumo interno. Ahí, la guerra de guerrillas en la que siempre ha estado sumergida la política internacional española, ajena a cualquier pacto de Estado y visión a largo plazo, convertirá previsiblemente la visita en mofa o indiferencia de los críticos y larga ovación del entorno del PSOE y el Gobierno. La foto del encuentro para Sánchez es un espaldarazo a su imagen internacional; la foto para Xi es una más dentro de su frenética actividad diplomática tras los años de encierro por el covid. La brecha entre ambas naciones es enorme. Para Madrid, Pekín es clave. La duda es: ¿qué significan Sánchez y España para China?
La relevancia internacional de los países, salvo las grandes potencias, es dispar teniendo en cuenta si hay o no un pasado común, vecindad, lengua compartida, gran intercambio comercial o la trascendental carta de tener una liga de fútbol potente. España durante años, eso va decayendo, fue solo una superpotencia a nivel global en la diplomacia de la pelota y los 22 tipos corriendo tras de ella. Hablamos de diplomacia mediática o de calle, que es donde se pulsan estas cosas. “Eres de España. Ese simpático país pequeñito del sur de Europa”, me dijo para agradarme la corresponsal de la televisión china en México en plena cobertura de la fuga de El Chapo. Eso era España para una periodista china en un lugar donde, por el contrario, España es un gigante de la historia y la política.
Para entender la relevancia de un país en otro Estado, es significativo mirar lo que se habla, cómo se habla y cuánto se habla de él. En el Diario del Pueblo, periódico del Partido Comunista chino y de alguna manera uno de sus portavoces mediáticos, la presencia de España y de Sánchez tiene cierta periodicidad, pero poca relevancia. Las webs tienen la capacidad de producir y almacenar mucha información, pero pocas veces algo relacionado con España sale en la portada de un medio oficialista o no oficialista chino.
Entre las noticias destacadas, por ejemplo, el pasado 24 de febrero se publicaba en el Diario del Pueblo una entrevista con Marin Orriols, director de la Cámara de Comercio de Barcelona, que se tituló: “China es una oportunidad, no una amenaza”, sobre una foto de dos promotoras chinas en la feria de Fitur de Madrid en 2023 vestidas como osos panda. Una imagen potente en España la del panda. En los años ochenta, ese era quizás el símbolo más reconocido de la hoy superpotencia. Los entonces reyes de España, Juan Carlos y Sofía, trajeron a su madre tras su primera visita oficial al país, en 1978, y la depositaron en el zoo de Madrid. En 1982, la osa dio a luz al primer panda en cautividad que nacía en Europa. Chu-Lin, aquel osito, se volvió una celebridad y un buen baremo para entender el increíble progreso de China en estos 40 años. Hoy, China es famosa por algo más que tener pandas.
El periódico oficial del Partido Comunista, en todo caso, también hizo una pieza del encuentro del pasado noviembre entre Xi y Sánchez en el marco de la pasada cumbre del G-20 en Bali. “China da la bienvenida a más empresas y bienes españoles en el mercado chino y espera que España trate a las empresas chinas de forma equitativa, justa, transparente y no discriminatoria”, recuerda la noticia que expresó Xi.
Luego, hay muchas referencias al papel de España dentro de la UE, la guerra de Ucrania, la pandemia, la fotovoltaica y el problema del independentismo catalán. No hay ninguna crítica significativa, como ocurre a diario con EEUU, y sí una selección de noticias amigables como la del 9 de marzo pasado, en la que entrevistaban al presidente del Partico Comunista español, José Luis Centella. “China siempre ha estado desarrollando una democracia en la que el pueblo participa ampliamente, involucrando a su pueblo en la gobernanza nacional y garantizando la coherencia de los gobiernos y sus políticas a varios niveles”, dice el político español, al que se le da una relevancia significativa en el medio chino.
‘Mister Handsome’
La presencia de Sánchez en uno de los pocos medios independientes del país, el South China Morning Post de Hong Kong, cosecha titulares más atrevidos. En la edición de Estilo y Celebridades del periódico, hay una pieza del 9 de marzo que se titula así: “Nueve apuestos líderes mundiales: el ucraniano Volodímir Zelenski está incendiando las redes sociales, pero el canadiense Justin Trudeau, el francés Emmanuel Macron y el español Pedro Sánchez son una fuerte competencia”. Ya en el texto, el español es definido así bajo una foto sonriente: “Alto, moreno y guapo, el presidente español Pedro Sánchez es una figura elegante en la política mundial. Como exjugador de baloncesto y bailarín de breakdance, también tiene algunos movimientos buenos”.
El español es para este medio un destacado guapo de la política mundial. Cuando Sánchez fue investido presidente, el 2 de junio de 2018, el SCMP titulaba: “Míster Guapo: ¿quién es el nuevo primer ministro Pedro Sánchez?”.
Luego, hay otras piezas destacadas que van más allá de los temas puramente políticos de elecciones y coaliciones de gobierno que el medio trata con frecuencia. El 17 de octubre de 2021, el medio titula: “El primer ministro [no le llaman nunca presidente] Pedro Sánchez promete abolir la prostitución”. Unos días antes, el 5 de octubre, el medio encabezaba una pieza que decía: “El primer ministro español, Pedro Sánchez, ridiculizado por cometer un error al servir jamón barato al chino Xi Jinping”. El texto empieza diciendo que “el primer ministro de España, Pedro Sánchez, ha confundido el jamón ibérico, el preciado jamón español, con el jamón serrano común y corriente en una metedura de pata…”.
La pieza parece indicar que China empieza a entender de jamón, lo que seguro que es muy alentador para los productores españoles y no tanto para sus consumidores, como recordaba una pieza en este mismo medio de 2017 que se titulaba “Los españoles se enfrentan a la escasez de jamón a medida que el mercado chino toma gusto por el jamón ibérico”. Jamón ibérico salía escrito directamente en español, no en inglés, como se hace con las marcas reconocidas globales que no necesitan traducción.
En todo caso, el peso en política internacional se entiende mirando fotos y titulares. España está un paso por detrás de Francia. En la pieza publicada ayer, martes 28 de marzo, titulada “Una oleada diplomática, los líderes europeos presionarán a China para reclamar la paz”, se habla de que Sánchez se sentará con Xi esta semana, pero se destaca más, y se coloca esa foto, que el presidente Macron lo hará la semana que viene. “Los líderes español y francés harán un esfuerzo por recuperar cierto equilibrio en la posición de Europa entre EEUU y China. Ambos son firmes defensores del legendario modelo de autonomía estratégica, y se dice que están mirando con nerviosismo las elecciones estadounidenses del próximo año”, señala el medio en su artículo.
El oficialista Global Times, por su parte, también destaca la llegada de Sánchez y Macron como muestra del importante rol de China en la política internacional. “Los viajes de los líderes europeos a China destacan el papel de Pekín como promotor de la paz”, titulaba el medio el pasado 26 de marzo.
La web destacaba también, en una pieza de agencia, que “La monarquía española será más abierta”. En el subtítulo, el Global Times dice: “Los escándalos que golpean al Palacio Real obligan a hacer público su presupuesto”.
En este medio hay, como en el resto, un goteo de noticias sobre España. El covid, Cataluña, la monarquía, los lazos económicos y la política son los grandes temas de estos últimos años. También hay sitio para la vieja democracia panda de los ochenta entre ambos países. El pasado 9 de marzo, el medio sacaba un reportaje en este sentido que se titulaba: “Familia de pandas gigantes, considerada puente de amistad entre España y China”.
Por su parte, el canal de noticias CGTN destaca la entrevista que mencionábamos anteriormente del presidente del Partido Comunista español, José Luis Centella, en el Diario del Pueblo. La web del canal, en su versión en inglés, emite un vídeo entero del discurso del político español de nueve minutos y 48 segundos. “José Luis Centella, presidente del Partido Comunista de España, dijo que en la República Popular China el desarrollo del modelo democrático no puede desligarse del proceso de construcción del socialismo con peculiaridades chinas, que propone poner al pueblo en el centro de todas las políticas”, señala el canal.
Otra pieza de la televisión tiene también como protagonista a un español. Esta vez es Marcelo Muñoz, un hombre de 88 años, del que el noticiero recuerda que fue “el primer español en abrir un negocio en China, un riesgo calculado en una encrucijada histórica para ambas naciones”. Luego, CGTN recoge diversas afirmaciones del pionero Muñoz: “Soy el único español que ha vivido desde dentro de China toda la transformación de este país en los últimos 45 años. Esa es mi carta de presentación”.
En CGTN, hay también un reguero de noticias referentes a los lazos entre España y China. Aquí, como en todos los medios chinos, la imagen de España es de una nación cercana, con la que estrechar lazos y comerciar. No es una amenaza, es un posible Estado con el que hacer amigables negocios. España cuenta en Europa, con sus debilidades y fortalezas, y Europa aún cuenta mucho en el mundo, con sus debilidades y fortalezas también.