“El próximo fiscal de la Nación tendrá que enfrentar una de las etapas más duras del Ministerio Público“, esas son las palabras del politólogo Fernando Tuesta Soldevilla al ser consultado sobre el panorama para quien ocupe el lugar que dejó Patricia Benavides tras su destitución.
Si bien es cierto que la ley establece que cualquiera de los integrantes de la Junta de Fiscales Supremos podría ser el próximo fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos y Pablo Sánchez ya declinaron el puesto, por lo que los candidatos más fuertes son Juan Carlos Villena, quien ahora está como fiscal de la Nación interino, y Delia Espinoza.
Sin embargo, tanto Villena como Espinoza tienen enfrentamientos con los otros dos poderes del Estado, el Ejecutivo de Dina Boluarte y el Congreso.
Para Fernando Tuesta, la persecución que hay contra los fiscales es algo que no se veía desde la década de los 90 y alertó que el sistema de justicia corre peligro con el proyecto de ley preparado en el Congreso que reconstituiría a la Junta de Fiscales Supremos.
Todas las semanas, el Perú es testigo de cómo los congresistas aprueban leyes que garanticen su impunidad y su participación en el próximo proceso electoral.
A esto se suma la increíble pasividad del Ejecutivo, que pese a los comentarios de especialistas y organismos internacionales, no observa ninguna de las iniciativas parlamentarias.
La opinión pública será el más grande aliado del próximo fiscal de la Nación
Entonces, teniendo en cuenta ese escenario, tanto Juan Carlos Villena como Delia Espinoza tendrían que encontrar a su más grande aliado en la opinión pública y en la ciudadanía.
Para el politólogo Eduardo Dargent, el próximo fiscal tiene que lograr un equilibrio y demostrar que es una persona transparente y que no tenga ningún cuestionamiento.
“Su mayor aliado va a ser la opinión pública. Está quedando muy claro que hay un Congreso que quiere atropellar a los otros poderes, con la complicidad del Ejecutivo, entonces su actuación va a requerir de mucha mucha inteligencia. Además, ahora estamos en una situación en la que el poder preponderante es el Congreso. Ese es el verdadero poder acá”, manifestó Dargent.
Sobre ese punto, Tuesta y Dargent coinciden en que el Congreso muestra una interferencia continua contra la labor del Ministerio Público y cuenta con la complicidad del Ejecutivo, que tampoco tiene una buena relación con los fiscales
En las últimas semanas, varios ministros de Estado han criticado la decisión del fiscal de la Nación, Juan Carlos Villena, de interponer una acusación constitucional contra Dina Boluarte. Incluso, el ministro de Justicia, Eduardo Arana, comentó que Villena podría ser denunciado por esto.
Lo sorprendente es solo un día después de lo dicho por el titular del Minjus se interpuso una denuncia contra Juan Carlos Villena en el Congreso.
Los fiscales afrontan una persecución por ejercer su función
El coordinador del equipo especial de fiscales del caso Lava Jato, Rafael Vela recordó que en los últimos años diversos personajes con poder político se han visto involucrados en delitos de lavado de activos y otros delitos, por lo que la Fiscalía se ha visto obligada a permanecer en una disputa con los sectores que buscaban impunidad.
“Durante estos últimos años, la realidad de la Fiscalía es que ha tenido que coexistir con una una permanente disputa con sectores que buscaban proteger a estas organizaciones políticas y que buscaban impunidad dentro del desarrollo de las actividades de nuestro propio trabajo, nuestra propia institución. Eso generó una muy grave crisis”, indicó Vela Barba.
En ese sentido, el fiscal recordó que además de convivir ‘permanentes manifestaciones de intromisión y de irrespeto por la autonomía de los fiscales’, también deben afrontar un acoso mediático, algo que no se veía desde la época de los 90.
Rafael Vela remarca que este acoso se incrementó pues estamos a puerta del juicio oral de Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza Popular, una de las organizaciones con mayor poder político en el Congreso.
Fuente: La República
