John Lennon fue asesinado el 8 de diciembre de 1980 y este miércoles se cumplen 41 años del hecho que generó conmoción al nivel mundial.
En diciembre de 1980 Lennon se estaba preparando para relanzar su carrera. El ex Beatles había pasado cinco años alejado de los escenario que los utilizó para hacer “pan y pasar tiempo con su hijo” con Yoko Ono y por supuesto para componer. Su último disco había sido Imagine, lanzado a finales de los años 70.
Sus últimas horas
A las 7 y media de la mañana se despertó en el edificio Dakota de la ciudad de Nueva York lugar donde vivía. Ese día marcaba una entrevista, una sesión fotográfica y el retorno a grabar algunos sencillos con su esposa.
A las 9 de la mañana ambos salieron del edificio para desayunar en el bar Fortuna, el preferido del músico que ya no existe. También pasó a cortarse el pelo para la entrevista que tenía programada con la revista Rolling Stone.
A las 11 de la mañana John Lennon participó de la sesión de fotos para dicha revista que estaba preparando un número muy especial para contar el regreso del ídolo. De esa sesión de fotos sufrió la famosa foto del músico desnudo junto a Yoko Ono.
Llegadas las 17 horas Lennon conoce a su futuro asesino, Mark Chapman. Esa misma tarde el cantante cruzó a su fan mientras ingresaba a su departamento y este le pidió que le firmara un autógrafo en su vinilo de “Double Fantasy”.
A las 10:35 de la noche John Lennon y Yoko Ono abandonaron el estudio de grabación y algunos minutos más tarde llegaron a su casa para cenar con su hijo de cinco años, Sean.
Al llegar a la puerta del edificio Dakota el músico le pidió a su chofer que no entrara el auto ya que quería bajarse para salud a algunos de sus fans que lo estaban esperando en la puerta.