Preferencias. Un 41,5% votaría por el candidato de Perú Libre y un 21,5% por la heredera del fujimorismo. Lideresa de Fuerza Popular aparece más reducida que en anteriores sondeos. Castillo mantiene ventaja en casi todas las zonas del país.
Pedro Castillo casi duplica a Keiko Fujimori en las preferencias de nuestra ciudadanía para la presidencia del país, según muestra la última encuesta telefónica de representación nacional del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), investigación realizada para La República.
El estudio, que consultó a la población del 17 al 21 de abril recientes, detecta el alcance de diversas opiniones en el país, con márgenes de error de 2,8 puntos por encima y debajo de cada resultado de nivel nacional.
Aproximadamente, un 41,5% de la población votaría por Castillo y un 21,5% lo haría por Fujimori en estos días. Es decir, dos quintas partes del Perú respaldarían al líder izquierdista para que llegue a la presidencia y solo una quinta parte a la heredera del fujimorismo.
Un 21,2% haría voto en blanco o nulo y un 13,5% aún no decide por quién votar o no precisa una decisión. Es decir, cerca de un tercio de la población no elige a ninguno de los candidatos.
Castillo supera claramente a Fujimori en distintas zonas del país, excepto en Lima metropolitana. La ventaja del maestro y dirigente gremial es más pronunciada en el sur, en las poblaciones rurales, en el interior del Perú en general y provincias del centro. También le gana entre electores del oriente y del norte.
Fujimori parece tener ligera ventaja sobre Castillo en Lima metropolitana. Sin embargo, no se puede asegurar plenamente que lo supere en la capital peruana porque la diferencia está dentro de los márgenes de error.
La preeminencia de Castillo destaca entre los pobres (niveles socioeconómicos D y E). En la clase media (nivel C), el candidato de Perú Libre también tiene importante ventaja sobre su rival.
Fujimori supera a su contendor entre los peruanos más acomodados (de niveles A y B). Quienes prefieren a Castillo tienen como motivos más recurrentes sus propuestas. Le siguen el antifujimorismo, la idea de que representa un cambio y que lo ven nuevo en política.