Terremoto de Áncash de 1970. Sismo de magnitud 7,9 que sacudió el país.
Un movimiento sísmico de grandes magnitudes se empezó a sentir en gran parte del país. La fuerza del terremoto de 7,9 grados en la escala sismológica de entonces y cuyo epicentro fue a 44 kilómetros al suroeste del puerto de Chimbote.
La ladera oriental del nevado Huascarán se desprendió y originó un aluvión que se dirigió hacia la ciudad de Yungay, destruyendo todo a su paso.
Diez minutos después del fuerte sismo, que alarmó a las 3:23 de la tarde gran parte del Perú, el glaciar 511 desde el pico norte del nevado Huascarán se desprendió en una franja de unos 800 metros de ancho por 1.500 metros de largo. La caída de ese lote glacial provocó un sonido cavernoso y luego se formó una avalancha de 30 millones de toneladas de lodo, hielo y piedras, que arrasó la bella ciudad de Yungay.
El epicentro fue a 80 kilómetros mar adentro, frente a Chimbote. Según el Centro Regional de Sismología para América del Sur, el sismo llegó a más de 8 grados, pero luego se confirmarían que fue de 7.9 grados.
Yungay quedó sepultada, quedando solamente la parte superior de las cuatro palmeras de su Plaza de Armas como mudos testigos de la catástrofe, convirtiéndose para siempre en un gran camposanto.
La ayuda internacional no tardó en llegar desde países vecinos así como de otros continentes. Precisamente se crearía cerca de este lugar la Nueva Yungay, donde se ubicaron los pocos sobrevivientes y que es conocida hasta ahora como “La Capital de la Solidaridad Internacional”, en reconocimiento a estos gestos de hermandad.
Los efectos iban más allá de Áncash, llegando a varias ciudades de La Libertad -el río Moche quedó contaminado por la caída de relaves mineros-, Lambayeque, Piura y hasta en Cajamarca, donde se derrumbó la torre y el campanario de la Catedral.
La montaña que devoró un pueblo
El terremoto provocó una fractura tremenda en el Huascarán. Un fragmento de unos 800 metros de ancho y 1.000 de largo de hielo, granito y lodo se desprendió por el movimiento del suelo, creando un tsunami de materia que se precipitó a más de 200 kilómetros por hora ladera abajo. Los expertos explican que una masa tan grande, estimada en más de 50.000 toneladas, sufre una fricción semejante a la de los barcos en el agua, lo que aumenta su velocidad. En 45 segundos apenas quedó rastro de la ciudad.
La percepción de que la montaña comenzaba a desprenderse en dirección al cementerio, situado en un cerro, hasta cerca de sus faldas llegó la avalancha.
La mayor tragedia se produjo 10 minutos después, el glaciar 511 del excepcional Nevado del Huascarán “desprendió en una franja de unos 800 mts de ancho por 1,500 mts de largo (1.5 km), la cual al caer provoco primero un sonido ensordecedor para luego formar una avalancha de 30 millones de metros cúbicos de lodo, hielo y piedra. El aluvión enterró en segundos las localidades de Yungay y Ranrahirca pero también destruyó casi completamente Caraz y Carhuaz, en el Callejón de Huaylas.
Lo sucedido en Yungay fue lo más doloroso, una bola gigante y oscura, por momentos incandescente por la fricción del hielo y la tierra, avanzó en caída libre a una velocidad de 400 km por hora. Solo ahí hubo alrededor de 20,000 muertos.
Víctimas y daños
1-Afectó a unos 3’140,000 habitantes con la pérdida de 66,795 vidas.
2-Personas damnificadas: 186,000.
3-Viviendas destruidas: 60,000.
4-De 38 poblaciones, 15 quedaron con más del 80% de las viviendas destruidas, el resto sufrió daños de consideración.
5-En 18 poblaciones con un total de 309,000 habitantes y 81 pueblos pequeños con un total de 59,000 personas, los alcantarillados quedaron inhabilitados.
6-Aulas de centros educativos destruidas: 6,730.
7-La capacidad de energía eléctrica de los departamentos de Ancash y La Libertad quedó reducida a 10%, por los serios daños causados a la Central Hidroeléctrica de Huallanca.
8-Quedó dañado el sistema de irrigación de 110,00 hectáreas.
9-El 77% de los caminos en Ancash y La Libertad se interrumpieron, así como el 40% de los existentes en Chancay y Cajatambo al norte del departamento de Lima.