La formidable e inolvidable experiencia de conocer Machu Picchu concita elogios no solo de las más prestigiosas publicaciones internacionales de viajes y turismo, sino también de la inteligencia artificial. El ChatGPT recomienda a la ciudadela inca e ícono turístico peruano como uno de los tres lugares del mundo imperdibles que todo viajero debería conocer. ANDINA/Difusión
La formidable e inolvidable experiencia de conocer Machu Picchu concita elogios no solo de las más prestigiosas publicaciones internacionales de viajes y turismo, sino también de la inteligencia artificial. El ChatGPT recomienda a la ciudadela inca e ícono turístico peruano como uno de los tres lugares del mundo imperdibles que todo viajero debería conocer.
Así lo destaca el portal argentino de viajes MDZOL en su artículo titulado “El ChatGPT develó cuáles son los tres destinos del mundo que hay que conocer sí o sí antes de morir”.
Afirma que cuando fue consultada por los viajeros para saber por qué eligió a los tres destinos, entre ellos Machu Picchu, la herramienta de inteligencia artificial respondió: “Estos destinos emblemáticos ofrecen experiencias inigualables y una conexión profunda con la historia, la cultura y la belleza natural”.
El ChatGPT es un chatbot inteligente que ayuda a automatizar tareas de chat. Su denominación es el acrónimo de Chat Generative Pre-trained Transformer (Chat Generativo Preentrenado Transformador). Creado por la compañía Open AI en 2022, está diseñado para proporcionar respuestas naturales y fluidas al usuario a través del chat mediante técnicas de aprendizaje y de refuerzo.
El chatbot está construido sobre la tecnología de aprendizaje automático, lo que significa que puede adaptarse a diferentes situaciones e interacciones para ofrecer una experiencia más personalizada y eficaz.
Al referirse a Machu Picchu, MDZOL reseña: “Situada en lo alto de los majestuosos Andes peruanos, Machu Picchu es una antigua ciudadela inca que ha fascinado a viajeros durante décadas. Por sus ruinas místicas y sus impresionantes vistas panorámicas, este lugar es uno de los destinos más populares de América del Sur”.
“Maravillarse y conocer la ingeniería y la arquitectura inca es una experiencia inolvidable. Ningún viajero querrá perderse caminar por el famoso Camino Inca hacia Machu Picchu, una aventura épica con paisajes espectaculares y una conexión especial con la historia ancestral de esta región”, remarca el portal digital argentino.
Machu Picchu comparte esta privilegiada selección de destinos turísticos de imperdible visita con la Gran Muralla, ubicada en China, y la isla volcánica de Santorini, situada en el mar Egeo y perteneciente a Grecia.
La ciudadela construida en piedra es una de las obras maestras de la arquitectura inca, de gran importancia científica y cultural. Se localiza al noreste de la ciudad del Cusco, a 112.5 kilómetros de distancia por la línea férrea y a una altura de 2,340 metros sobre el nivel del mar.
Con un área de 32,302.5 hectáreas, esta edificación fue declarada, por Decreto Supremo 001-81-AA del 8 de enero de 1981, como Santuario Histórico. Protege la Llaqta o ciudadela inca, así como numerosos monumentos arqueológicos de gran valor histórico-cultural y representa el punto de encuentro entre los Andes y la Amazonía.
Según los historiadores, la ciudadela inca de Machu Picchu fue construida en el siglo XV por orden del inca Pachacútec y funcionó como centro administrativo y agrícola cuyas zonas de cultivo sirvieron para el sustento de sus habitantes.
Si bien las primeras referencias directas a Machu Picchu datan de 1902, cuando un grupo cusqueños visitó los vestigios de la edificación inca, fue Hiram Bingham, comisionado de la Universidad de Yale y de la Sociedad Geográfica Nacional de los Estados Unidos de Norte América, quien inició tras su llegada, en 1911, las investigaciones sobre la que consideró como la “última capital del imperio de los incas” y fue el principal divulgador de la existencia de Machu Picchu a nivel mundial.
El Santuario Histórico de Machu Picchu abarca variados pisos ecológicos en un rango que va desde los 1,900 metros hasta los 6,300 metros sobre el nivel del mar, todos dentro del área natural protegida. Alberga más de 460 especies de orquídeas y aún se siguen describiendo nuevas especies.
Esta área natural es hogar de especies como zorro andino, puma, vizcacha, oso de anteojos, venado de cola blanca, entre otros. Además de más de 420 especies de aves, en las que destacan el gallito de las rocas y el cóndor andino. Hasta ahora se han registrado 279 especies de helechos, 443 de aves, 84 de mamíferos, 22 de reptiles y 17 de anfibios.
Existen alrededor de 196 puntos turísticos dentro de la ciudadela entre complejos arqueológicos, plazas, templos, fuentes de agua, monumentos y residencias, todos entrelazados entre sí y con el entorno natural.
Al recorrer Machu Picchu se puede observar dos sectores bien marcados y divididos por un muro de aproximadamente 400 metros de largo. Uno orientado a fines agrícolas y otro con diseño urbanístico. El área agrícola se caracteriza por la presencia de terrazas o andenes que servían para el cultivo de diversos alimentos. Muy cerca a esta zona, se hallan algunas pequeñas viviendas que pudieron ser morada de los agricultores.
Por su parte, en el casco urbano se localizan la Residencia Real, caracterizada por su refinado diseño arquitectónico, mayor tamaño y mejor distribución estructural. También se puede apreciar la Plaza Sagrada, principal recinto ceremonial de la ciudad; el Intihuatana o reloj solar, un tipo de monolito de forma piramidal trunca; las Tres Portadas, un conjunto de edificios conformado por tres grandes portales; y el Templo del Cóndor, que habría tenido un uso ceremonial.
El 9 de diciembre de 1983, Machu Picchu fue declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad. En tanto, el 7 de julio de 2007 se consagró como una de las siete nuevas maravillas del mundo, por New 7 wonders, durante la sétima sesión realizada en la ciudad de Florencia, Italia.
Machu Picchu fue elegida como el mejor atractivo turístico mundial y de Sudamérica 2022, por los premios World Travel Awards, considerados los premios Óscar del Turismo. Este importante reconocimiento lo logra por quinto año consecutivo, las ganó en esta categoría en las ediciones 2018, 2019, 2020 y 2021.
Actualmente, el aforo permitido en Machu Picchu es de 4,044 visitantes por día para no afectar la integridad de la ciudadela inca y mantener el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad otorgado por la Unesco.
Si bien la principal vía de acceso actual a Machu Picchu es la vía férrea que parte desde la ciudad del Cusco, existen otras que pueden recorrerse a pie y que forman parte de la Red de Caminos Inca que unía a todo el imperio llamado Tahuantinsuyo.
Los tramos del Camino Inca que conducen a Machu Picchu y que son recorridos a pie y durante varios días por los turistas, sobre todo extranjeros, comienzan en el ubérrimo Valle de Urubamba y culminan en la ciudadela inca. Estas rutas no solo constituían caminos de peregrinación sino también vías comerciales
Machu Picchu fue edificado entre dos fallas geológicas existentes en la montaña donde se asienta y pese a ello se mantiene firme al paso del tiempo. Los ingenieros y arquitectos incas hicieron posible una construcción sismorresistente considerada una proeza humana sin precedentes.
Hasta ahora sigue llamando la atención de todos cómo hicieron los incas para transportar las enormes y pesadas piedras procedentes del río Urubamba o Vilcanota y de otras canteras, subiéndolas por el escarpado y empinado camino hasta la cima de la montaña si no conocían la rueda, el hierro ni contaban con grandes animales de carga.
Otro misterio sin fácil respuesta es cómo hicieron los incas para instalar acueductos que transportan y abastecen el líquido vital a la ciudadela inca y que siguen funcionando en la actualidad.
Mediante un complejo sistema de canales, acueductos e innovadores sistemas de drenaje subterráneo los incas lograron abastecer de agua a la población de la ciudadela.
La visita a Machu Picchu ofrece la oportunidad de conocer también otra montaña situada a su espalda: Huayna Picchu, de mayor altura y que alberga el Templo de la Luna, otro centro de culto religioso en el imperio inca.
El clima en Machu Picchu es tropical y hay dos temporadas muy marcadas: la de lluvias (noviembre a abril) que dificulta el pleno disfrute del recorrido por la ciudadela, y la seca (mayo a octubre) que es la mejor época de visita, aunque es la temporada alta para el turismo y ello significa mayor afluencia de visitantes, largas colas y menor espacio para desplazarse con comodidad, tomar fotos y filmar la experiencia.