La Resolución Viceministerial Nº 026-2013-VMPCIC-MC publicada en el boletín de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano señala que dicha manifestación es descendiente de la larga historia de la organización política en los Andes y constituye un vehículo de cohesión e identidad de la población del referido distrito.
El documento señala que el carácter del sistema de autoridades tradicionales conocido como “Varayoq” y similares, han sido motivo de numerosas polémicas debido a su ascendencia colonial y su papel como intermediario entre los patrones y la fuerza de trabajo indígena durante el periodo republicano.
Refiere que los fundamentos básicos de la sociedad y la organización política tradicionales andinas no han sido oficialmente validados dentro del sistema de organización política peruana.
Las leyes de comunidades indígenas (1920 y 1936), así como la legislación sobre comunidades campesinas vigente desde 1968, han descrito la organización local andina en un sentido muy positivo, pero ninguna de ellas ha validado su sistema tradicional de organización, indica.
Sin embargo, sostiene, la normativa ha insistido en la formalización de la organización rural local, en la estructura compuesta por un presidente, un vicepresidente, un
secretario, un tesorero y vocales, estructura política a la que se han tenido que adscribir las comunidades rurales que han deseado ser reconocidas oficialmente por el Estado.
Ello, señala, ha reducido la organización tradicional (sistema de Varayoq) a un nivel simbólico y ritual.
Por otro lado, indica, los cargos que conforman el sistema de autoridades que sobrevivió a la extinción del régimen de hacienda han sido denominados “tradicionales” y, en un sentido más concreto, “de vara” o “Varayoq”. A esta categoría pertenecen las autoridades del distrito de Písac.
Este tipo de autoridades, sin embargo, no ha quedado completamente marginado del sistema formal de administración debido a que en varios lugares, aunque de modo irregular, son reconocidas con el grado de teniente gobernador; es decir, un representante de la población integrado al sistema de administración local, distrital y departamental.
No obstante, esto no ocurre en otras localidades, en que el papel rector de estas autoridades está limitado al plano ritual, en las fiestas del agua y otras festividades tradicionales.
La manifestación más visible del sistema de “Varayoq” de Písac es el llamado wachu, que es la presentación pública del conjunto de autoridades tradicionales de las comunidades durante las ceremonias religiosas católicas, como las misas dominicales, pero también en rituales y otras fechas del calendario festivo y agrícola.
Se trata de una sucesión en fila de los representantes de centros poblados del distrito, en una secuencia determinada y orientados hacia una dirección específica.
Esta sucesión se ciñe, antes que a un criterio de importancia o de antigüedad de los centros poblados, a una secuencia estacional sobre la que se organiza el trabajo agrícola, que corre paralela por tanto a la administración de recursos y gentes, paralelismo que ha sido central en la organización andina desde tiempos prehispánicos.
A cuatro décadas de desaparecido el régimen de haciendas, el sistema de autoridades tradicionales ha persistido en Písac, dando cuenta del papel que la población
le sigue confiriendo, de manera que las “autoridades de vara” siguen teniendo un rol en el sistema ritual como intermediarios entre la población y el mundo espiritual al
que se debe rendir homenaje.
El sistema de autoridades tradicionales de los centros poblados de Písac, poniendo como ejemplo a la comunidad de Viacha, está compuesto por
nueve cargos, que en orden ascendente son “cañari”, “regidor”, “qaywa”, “wachu capitán”, “pasña capitán”, “ch’uncho mayordomo”, “segunda”, “mayordomo mayor” y
“alcalde o varayoq”. Estas autoridades, en conjunto, son denominadas con el término de “kuraqkuna”.
Que, el cargo principal es el del “varayoq” o alcalde, quien recibe los mayores respetos, ostenta toda la indumentaria completa de su cargo: montera, “chullu”, poncho, ojotas, “buches” pantalón y la vara de más de un metro de alto, adornada de plata, heredada de autoridad a autoridad.
“La organización tradicional de los ‘Varayoq’, de antigüedad comprobada, dista mucho por tanto de ser un relicto del pasado. De hecho, lo valioso de este sistema no radica tanto en su origen sino en el valor actual que la comunidad le otorga”, destaca el documento.
La población está involucrada en este sistema desde temprana edad y a lo largo de la vida de sus miembros, siendo un factor de integración social de un conjunto de poblaciones que conforman el distrito, y constituye un aspecto importante de su vida, identificando su forma de ser.
Las autoridades tradicionales de Písac, en su papel de representantes de la población ante la sociedad nacional, comprometidas con el desarrollo de sus comunidades, se han convertido en un emblema de autoridad nativa en el área de Cusco.