El petróleo sigue siendo la fuente de energía primera más utilizada del mundo por mucha diferencia. Sin embargo, los países y empresas occidentales parecen empeñadas en ir abandonando esta materia prima ante el auge de las energías renovables. Este desdén que muestra Occidente hacia el petróleo está siendo aprovechado por países como China y Rusia, que a través de sus petroleras estatales están adquiriendo cada vez una mayor porción de activos relacionados con el petróleo en productores clave como Irak.
Si hace unas semanas se hizo oficial que la rusa Lukoil se hacía con el control de uno de los mayores descubrimientos de crudo de Irak, esta semana el turno ha sido para China. El gigante energético estadounidense ExxonMobil (la compañía petrolera cotizada más grande de EEUU) ha abandonado formalmente el yacimiento petrolífero West Qurna 1 en el sur de Irak, entregando sus operaciones a PetroChina (una petrolera estatal de Pekín), que se queda con la participación mayoritaria de uno de los yacimientos de petróleo más grandes del mundo, según ha revelado este lunes a Reuters un miembro importante en materia energética del Gobierno de Irak.
PetroChina es la rama cotizada de la empresa estatal China National Petroleum Corporation, cuya sede se encuentra en el distrito de Dongcheng, Pekín. Esta firma estatal es una de las empresas petroleras y gasísticas más grandes del mundo, con activos dentro de China, pero también en otros países del mundo.
Varios altos funcionarios iraquíes con competencias en materia energética se reunieron con ejecutivos de ExxonMobil, PetroChina y Basra Oil (la petrolera estatal de Irak) el lunes en el campo West Qurna 1 cerca de Basora para marcar la salida completa de Exxon y el traspaso de sus operaciones a PetroChina. “Nos reunimos hoy para despedirnos de ExxonMobil y, al mismo tiempo, felicitamos a PetroChina por convertirse en el principal dueño de la explotación”, aseguró a Reuters Basim Mohammed, viceministro de petróleo, en una entrevista concedida a Reuters. Aunque ExxonMobil es una compañía y sus intereses se centran en generar valor para sus accionistas, este movimiento puede considerarse como un nuevo avance de China frente EEUU en los intereses geopolíticos que ambicionan ambas potencias.
China y Rusia dan la ‘patada’ a Occidente
De este modo, Pekín, cuyos intereses están mucho más de cerca de los de Moscú que de los de Washington y Occidente en general, controlará una de las grandes fuentes petroleras de Oriente Medio. Esta operación se produce pocas semanas después de que el Ministerio de Petróleo de Irak anunciase que Inpex (la principal compañía petrolera de Japón, aliado clave de Estados Unidos) iba a vender su participación del 40% en el Bloque 10 del prolífico campo de Eridu, donde se ha producido uno de los mayores descubrimiento de petróleo de las últimas décadas.
Con esa operación se dejaba el camino libre para que Lukoil tome el control total del toda la zona rica en petróleo. Lukoil ya tenía una participación del 60% en la totalidad del Bloque 10, y el resto estaba en manos de la empresa japonesa. Sin embargo, desde marzo estaba buscando vías y fórmulas para expulsar a Inpex del bloque y, con ello, a los últimos restos de influencia occidental en la zona. Desde la prensa asiática lo han catalogado como la ‘patada’ o la ‘expulsión’ de la empresa japonesa de un yacimiento de petróleo clave.
Ahora, la novedad de esta semana es la señalada al comienzo de este texto: PetroChina se hace con participación mayoritaria en el yacimiento West Qurna 1 tras la salida de ExxonMobil. El año pasado, Irak ya firmó un acuerdo que suponía la entrega del 22,7% de la participación de ExxonMobil en West Qurna 1 a la estatal iraquí Basra Oil (BOC), mientras que la estatal indonesia Pertamina compró el 10% restante de la participación de Exxon, aumentando su peso hasta el 20%.
Tras la salida de West Qurna 1, Exxon ha dejado de tener presencia en el sector energético de Irak. No obstante, Basim Mohammed ha asegurado que el Gobierno de Irak desea invitar a ExxonMobil para que desempeñe un papel en el desarrollo de futuros proyectos energéticos del país.
El plan de China para el petróleo de Irak
El acuerdo final alcanzado entre el Ministerio de Petróleo de Irak y Exxon ha servido a los intereses de ambas partes, según el propio Mohammed. West Qurna 1 produce actualmente alrededor de 550.000 barriles por día (bpd). Esto supone alrededor del 15% de toda la producción de petróleo de Irak, que bombea cada día algo más de 4 millones de barriles.
Es uno de los yacimientos petrolíferos más grandes del mundo, con reservas recuperables estimadas en más de 20.000 millones de barriles. Irak y PetroChina planean aumentar la producción a 600.000 bariles por día a finales de 2024, según ha revelado uno de los máximos mandatarios de la petrolera estatal iraquí.