El instituto detalló que en 2022, la contribución de la actividad creció 36.9 por ciento, respecto al año previo.
El comercio electrónico logró elevar en un punto porcentual su contribución al Producto Interno Bruto de México (PIB) de 2021 a 2022, por lo que ahora pesa 5.9 por ciento, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Además, de acuerdo con los resultados preliminares del Valor Agregado Bruto del Comercio Electrónico (Vabcoel) de 2022, el instituto detalla que este tipo de activada presentó un incremento de 36.9 por ciento, respecto al año previo.
El instituto refiere que la economía digital se centra en la contribución que generan las tecnologías de información y comunicación a la economía, ya sea a través de su propia evolución, el surgimiento de negocios digitales y el fenómeno cada vez más creciente del comercio digital.
Detalló que la participación porcentual del Valor Agregado Bruto (VAB) del comercio electrónico estuvo divisada en 23.3 por ciento al comercio al por menor de bienes; 19.4 por ciento correspondió al comercio al por mayor y 57.3 por ciento al resto de los servicios, que pueden ir desde productos digitales hasta servicios variados.
El Inegi manifestó que estos resultados reflejan la paulatina recuperación que la economía está tenido tras el aislamiento social derivado de la pandemia.
Remarcó que en cuanto al comercio al por menor se identifica un decremento en la participación como consecuencia del regreso de las personas a adquirir sus bienes directamente en el establecimiento.
El Inegi informó que la economía digital abarca los servicios financieros como monedas virtuales, financiación colectiva y medios de pago con amplio abanico de opciones.
También se incluyen a las nuevas formas de contratación de servicios que cambian el papel de los proveedores tradicionales por quienes tiene su base en la web, así como los productos entregados de manera gratuita a los consumidores, que se pagan mediante los ingresos de la publicidad.
Explicó que las personas de productos digitales pagan los servicios gratuitos con su información, que se recolecta en bases de datos y se vende a terceras personas que la adquieren.
