El multimillonario advirtió que Pekín podría usar el bitcóin para debilitar al dólar. Y llamó a Washington a reforzar la regulación de criptomonedas.
El Gobierno chino podría estar apoyando el bitcóin como una manera de socavar la política exterior y monetaria de Estados Unidos, dijo el multimillonario estadounidense y cofundador de PayPal, Peter Thiel, durante un evento virtual organizado este miércoles por la Fundación Richard Nixon.
Ante esta situación, Washington debería considerar introducir regulaciones más estrictas en materia de criptomonedas, añadió el magnate, quien a su vez es un importante inversor tanto en emprendimientos basados en monedas virtuales como en las divisas electrónicas propiamente dichas.
“Desde el punto de vista de China, a ellos no les gusta que EE.UU. tenga esta moneda de reserva, ya que esta ofrece una gran palanca de presión sobre las cadenas de suministro de petróleo y todo ese tipo de cosas”, expresó.
“Aunque soy una persona maximalista procriptomonedas y probitcóin, me pregunto si, en este punto, el bitcóin también debería pensarse como parte de un arma financiera china contra EE.UU., donde amenaza al dinero fíat, pero en especial amenaza al dólar estadounidense”.
Asimismo, Thiel expresó que en los últimos años China ha intentado denominar el comercio del crudo en euros, en un esfuerzo de socavar la posición global del dólar.
“Creo que el euro puede pensarse como parte de un arma china contra el dólar. En la última década eso no funcionó realmente de esa manera, pero a China le hubiera gustado ver dos monedas de reserva, como el euro”, señaló.
Por último, el empresario conjeturó con que el gigante asiático en realidad no busca que su divisa, el yuan, se convierta en moneda de reserva global, ya que en ese caso el Gobierno chino se vería obligado a “abrir sus cuentas capitales”, entre otras medidas que “realmente no quieren llevar a cabo”.
“China quiere hacer cosas para debilitar [el dólar]. La [apuesta] de China a largo plazo es el bitcóin, y quizás, desde una perspectiva geopolítica, EE.UU. debería hacer algunas preguntas más duras sobre cómo funciona eso exactamente”.