Los ministros de Economía de los países del G7, reunidos en Italia, no llegaron a ninguna conclusión sobre la aplicación del llamado impuesto global a las multinacionales y el ministro de Economía italiano que presidió la cumbre, Giancarlo Giorgetti, explicó este sábado que “está en punto muerto”.
“Es innegable que existen diferentes puntos de vista sobre cómo abordar este asunto y las posibles represalias. Pero estamos casi en un punto muerto, aunque debemos alimentar la esperanza”, admitió Giorgetti en la rueda de prensa final de la reunión en Stresa, a orillas del Lago Mayor.
.El ministro habló de las reservas de China y de la India y admitió que “se corre el riesgo de no cumplir el plazo de junio” de aplicar la propuesta impulsada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) de un gravamen de un 15 % respecto a los ingresos brutos de las corporaciones internacionales sobre la actividad que hacen en cada país.
En el documento final se menciona sólo una felicitación a “que un número cada vez mayor de países hayan aplicado o comenzado a aplicar la implementación del Segundo Pilar (del impuesto global) en su legislación nacional y apoyamos el trabajo en curso para garantizar una aplicación coherente”.
“Tomando nota de los debates que están surgiendo en varios foros, mantenemos nuestro compromiso de fomentar la cooperación internacional en materia fiscal, sobre la base de los logros existentes, con una amplia con una amplia participación de los países desarrollados y en desarrollo. Seguiremos trabajando con la presidencia brasileña del G20 para avanzar en la cooperación fiscal internacional”, añade el documento.
Por otra parte, los ministros de Economía del G7 cooperarán para “forjar una visión común” sobre la Inteligencia Artificial (IA), la principal cuestión a tratar en la próxima reunión de junio de los líderes de las siete democracias más industrializadas del mundo.
“Compartiremos experiencias entre los ministerios de Finanzas y los bancos centrales para forjar una visión común del G7 sobre cómo aprovechar el potencial de la IA y controlar los efectos adversos”, remarcaron este sábado los ministros en un documento conjunto de su reunión de dos días en la localidad de Stresa, en el norte de Italia.
Según agregaron, el G7 pretende continuar debatiendo el potencial económico de la IA “para aumentar la productividad y el crecimiento” desde “un enfoque centrado en el ser humano y mejora del bienestar”.
Destacaron a su vez que la IA puede servir para ofrecer “nuevas oportunidades para mejorar la calidad de los servicios públicos, la eficiencia de la administración pública y la eficacia y equidad de la fiscalidad”.
Sin embargo, matizaron que puede “traer consigo nuevos riesgos y desafíos políticos, en particular para el mercado laboral y la estabilidad financiera”.
Ante ello, se comprometieron “a reforzar la resiliencia cibernética en el sector financiero, en el contexto de crecientes tensiones geopolíticas y amenazas híbridas”, las cuales “están evolucionando rápidamente y volviéndose cada vez más sofisticadas”.
“Seguiremos trabajando para profundizar nuestra comprensión de cómo la IA afecta a la economía y al sector financiero, y cómo garantizar que nuestras instituciones estén equipadas para hacer frente” a sus peligros, agregaron los ministros de Economía del G7 en la declaración conjunta.
Entre otros asuntos, también reiteraron su compromiso con la descarbonización y reducción de emisiones en la economía mundial de acuerdo con la hoja de ruta marcada por el G20, y plantearon asuntos como la necesidad de mejorar el sistema de pagos transfronterizo e internacional.
El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, también explicó que “se pueden dar nuevos pasos adelante en el G20 de Río de Janeiro, porque la discusión es más con países que no están en el G7 pero sí en el G20″.
