El dato de inflación que se publicó la semana pasada en Estados Unidos fue una señal de alarma que ha puesto a los inversores sobre aviso de la posibilidad de que la Reserva Federal estadounidense (Fed) no sea capaz de recortar los tipos de interés como tenía marcado en el calendario. Pero no sólo eso: el IPC está teniendo problemas para alcanzar el objetivo del banco central americano, y el último repunte puede despertar viejos fantasmas del pasado, como el temor de que se pueda repetir lo ocurrido en la década de 1970, cuando la inflación experimentó un doble techo antes de moderarse definitivamente. Por el momento, el consenso de analistas descarta que la inflación vaya a repetir lo ocurrido hace cinco décadas, pero algunos de los elementos que podrían hacerla repuntar están volviendo a hacer aparición.
El repunte inflacionista de 2021 pilló con el pide cambiado a los bancos centrales, y tardaron en asumir que el repunte de los precios era preocupante, y no solo un aumento “transitorio”, como aseguraron durante meses antes de reconocer su error. Desde entonces, la inflación se ha convertido en el gran enemigo a batir en las principales economías del planeta y, a priori, que se ha conseguido, especialmente en regiones como la zona euro.
Sin embargo, está volviendo a quedar claro que no se debe bajar la guardia en la lucha contra el monstruo inflacionista. En los últimos meses, el IPC en Estados Unidos está volviendo a coger impulso, hasta el punto de que ha ido borrando las expectativas de ver bajadas de tipos por parte de la Reserva Federal en estos meses. De esperar 7 recortes para este año, ahora el mercado asume que sólo habrá 2, y algunos de los temores que los expertos han expresado en los últimos años se están materializando, y aumentan la probabilidad de que se pueda sufrir un doble techo con la inflación en Estados Unidos como ocurrió en la década de los años 70.
“La inflación está demostrando ser más pegajosa en 2024 de lo que muchos imaginaron, y el camino hacia los recortes de tipos puede no ser tan suave como esperan los mercados. La Fed sigue manteniendo que son dependientes de los datos, y estos no están apoyando en este momento que se recorten tipos pronto”, explica Charlotte Daughtrey, especialista de inversión en Federated Hermes. “La Fed está inclinada a evitar los errores de la década de los 70, cuando se recortaron los tipos demasiado pronto y la economía sufrió una segunda ronda de inflación. Esto parece ser un factor clave en la pausa actual. Esperamos que la Fed siga haciendo gala de esta prudencia y, en consecuencia, que los recortes de tipos se muevan hasta 2025, o más allá”, señala Daughtrey.
En agosto de 2023, ING analizaban las similitudes entre la oleada inflacionista de hace 5 décadas y la situación actual. El banco descartaba que se repita lo ocurrido hace 50 años, pero avisaba de que “aunque una segunda ola inflacionista no es inevitable, creemos que hay buenas razones para esperar una inflación estructuralmente más alta y más volátil en la próxima década”, indican desde el banco, resumiendo los principales argumentos que han preocupado a los expertos en este último ciclo inflacionista.
El problema es que algunas de las razones que esgrime ING se están empezando a irrumpir con fuerza, algo que obligará a la Fed a ser muy cautelosa, y a analizar la situación con cuidado antes de decidir que es el momento de empezar el ciclo de bajadas de tipos.