Estamos en el último trimestre del año, con ‘reactivación económica’ en marcha, mayor comercio, servicio y turismo, conciertos que agotan entradas, pero a la vez con alza de precios de alimentos y empleos que no se recuperan. ¿Perú está realmente en crisis?
“No estamos en recesión, pero la situación económica y social del país es difícil, afecta especialmente a los pobres y también a la clase media”, dijo a Trome el destacado economista Jorge González Izquierdo.
¿A qué se debe esta situación? Explicó varios factores:
Primero: El crecimiento de la economía peruana es lento e insuficiente.
Segundo: Inflación relativamente alta (8.5% en doce meses a setiembre) e inflación de alimentos en casi 14%, lo cual golpea muy fuerte a sectores de menores ingresos, especialmente a los pobres.
Tercero: Aunque en el 2021 y 2022 el empleo adecuado se ha estado recuperando, todavía este y el subempleo no regresan a nivel prepandemia.
Cuarto: El ingreso per cápita tampoco está en su nivel prepandemia.
Quinto: La clase media también está duramente afectada por el escaso crecimiento del empleo adecuado y de los ingresos, y la inflación le ha venido a complicar más la situación ya que ha subido el precio y alquiler de las viviendas así como el financiamiento para adquirirlas.
¿Y el 2023?
“Será igual o peor que el 2022″, estimó González Izquierdo, y la economía mundial no ayudará. “Estados Unidos posiblemente entre en recesión, China tendría un crecimiento por debajo del 5% y la Eurozona un crecimiento cercano a cero, y son los tres principales socios del Perú”, explicó.
Señaló que el crecimiento económico no surge del gasto público y se deben buscar fuentes internas de crecimiento y estas se relacionan básicamente al consumo e inversión privada, pero la incertidumbre política, económica e institucional que vivimos complica su crecimiento.