La Reserva Federal ha conseguido convencer esta semana a los inversores de que su plan está bien encaminado. Los mercados cierran la semana descontando dos recortes de tipos de 25 puntos básicos este año, una bajada más de lo que esperaban antes de la reunión de la Fed de este miércoles. La insistencia de Jerome Powell con que la Fed está más cerca de bajar tipos que de subirlos ya convenció el miércoles a los inversores, y el dato de empleo que se ha publicado este viernes ha terminado de apuntalar las expectativas de ver dos bajadas en el precio del dinero este año. Incluso empieza a asomar la cabeza una tercera, algo que encaja con el plan que la Fed publicó al cierre del primer trimestre. Según el mercado, habrá un recorte en septiembre y otro en diciembre.
Si el dato de inflación favorito de la Fed, el deflactor del PIB, sirvió la semana pasada para contrarrestar el susto del IPC de abril, y convenció al organismo de que debe mantenerse firme y bajar los tipos este año, el dato de empleo que se ha publicado este viernes ha confirmado que Powell y sus compañeros de la Fed están en lo cierto. El organismo ya lo avanzó el miércoles, cuando, en su reunión de política monetaria, se lanzó un mensaje moderado que sirvió para convencer a los inversores de que, como mínimo, habrá dos bajadas de tipos de 25 puntos básicos este año.
“Powell sigue creyendo que la política es suficientemente restrictiva y que la tendencia a la baja de la inflación se reanudará a finales de este año”, explica Raphael Olszyna-Marzys, economista internacional para J. Safra Sarasin Sustainable AM. El empleo se debilita en Estados Unidos y esto permitirá al organismo empezar a bajar tipos en septiembre, y de nuevo en diciembre, según los mercados.
Este escenario se acerca cada vez más al que pintó la Fed al cierre de marzo, cuando publicaron la última actualización de su gráfico de puntos (dot plot), y confirmaron que su plan pasa por recortar el precio del dinero en tres ocasiones este año.
El bono estadounidense mide el pulso de las expectativas para la Fed, y su reacción esta semana confirma que el escenario de una Fed dispuesta a bajar tipos ha ganado puntos: si el viernes pasado cerraba la semana cerca del 4,7% de rentabilidad, esta lo hace en el 4,49%, 20 puntos básicos de bajada que, a pesar de todo, no borran las pérdidas que se sufren por precio en el año, del 4,7% en este momento.
Aunque la Fed quiere anticipar sus movimientos a medio plazo a los inversores para evitar episodios de volatilidad en los mercados que puedan perjudicar a sus políticas, es importante recordar que el organismo lleva varios meses dejando claro que ahora son “dependientes de los datos”. Todo puede cambiar en cualquier momento, y se debe tener el punto de mira puesto en el largo plazo. Lo que ocurra con la economía y el empleo en los próximos meses será clave para ver hacia dónde se orientará el organismo en el futuro.
“Creemos que la previsión mediana de tipos para 2024 seguirá reflejando una expectativa del FOMC de al menos 1 recorte en 2024. Sin embargo, ha aumentado significativamente la probabilidad de que no recorten en absoluto. Por supuesto, en el caso de que la economía se debilite y la tasa de desempleo aumente, esperaríamos que la Fed recortara en ese escenario, y que lo hiciera agresivamente si fuera necesario”, explica Tiffany Wilding, economista de Pimco.
Al fin y al cabo, los mercados han cambiado de opinión en varias ocasiones este año respecto a la Fed y su bajada de tipos. Al principio de 2024 esperaban 6 bajadas de 25 puntos básicos, un escenario que fue diluyéndose con el paso de los meses por la resistencia de la economía americana y el miedo a que la inflación pudiese volver a repuntar. Se ha llegado a descontar sólo una bajada de tipos, y ahora, de nuevo, se vuelve a esperar un recorte adicional.
La conclusión es que todo apunta a que la Fed puede permitirse bajar los tipos, ya que esto no significa asumir el compromiso de iniciar un ciclo agresivo de bajadas de tipos. La institución siempre intenta evitar pillarse los dedos con su mensaje, y deja muy claro que sus políticas cambiarán si la economía así lo demanda.
“Cuanto mayor es la incertidumbre, más debe adoptar un enfoque prudente el banco central. Basándonos en trabajos académicos, ya habíamos demostrado que la incertidumbre en sí misma impone una política monetaria prudente, con 3 principios: no actuar demasiado rápido, no actuar con demasiada frecuencia y favorecer una política de “pequeños pasos”, explica Christophe Morel, Economista Jefe de Groupama AM. E insiste en que “, un cambio, una primera bajada de los tipos de interés, no implica una sucesión de bajadas”.