Hace apenas una semana los valores auríferos superaban el valor de los 2.200 dólares, y aunque esta semana se ha estabilizado en torno a los 2.000, los expertos ya han predicho una revalorización sin antecedentes para los próximos meses debido a las condiciones favorables del actual contexto macroeconómico. Aunque una de las claves será la reunión de la FED esta próxima semana.
Según Bloomerg, este repunte se debe a un aumento de las compras de China, ya que “ha estado diversificando sus reservas estatales de divisas en oro durante gran parte de la última década, aunque los informes sobre su actividad han sido irregulares. Ahora es una gran pregunta si China seguirá aumentando a precios récord, pero el apetito de los individuos ricos del país parece seguir insaciado.”
Aunque, uno de los grandes perjudicados por la tendencia alcista del oro no es China sino Emiratos Árabes Unidos, por cuyas manos pasa entre un 20% y un 40% de las reservas totales del oro mundial y que lleva años convertido en el centro mundial de este metal precioso. Hasta Dubái tiene su propio mercado: el Zoco del Oro.
Es cierto que Oriente Medio siempre ha sido testigo de un fuerte comercio de oro, aunque desde hace una década se ha intensificado gracias en gran medida a la riqueza petrolífera de la zona, que ha permitido el auge de la compra del ‘dorado’ en países como Emiratos Árabes Unidos, Qatar o Arabia Saudita. Una importación desde países líderes en minas auríferas del continente africano en su mayoría, como Sudáfrica, Ghana, Sudán, Malí, Burkina Faso… Un negocio arriesgado que incluso puede suponer el tráfico de ‘productos de sangre’.
Con todo, Dubái, Abu Dabi y compañía, estan más que acostumbrados a recibir turismo exlusivo que se aprovecha de la oferta de lujo de estas ciudades. Aunque, la principal atracción del turismo dorado es el Zoco del Oro de Dubái: un mercado en pleno centro de la localidad emiratí con más de 300 establecimientos, en su mayoría joyerías. Y esque Dubái cuenta con más de 3.000 joyerías, comparada con las alrededor de 600 que existen en Madrid.
Pero el peligro para Dubái, ahora que la valorización del oro están más alta que nunca, es el descenso de las compras de oro y la exposición a convertirse en un mercado de ‘observadores’ más que de compradores, con la consiguiente caída de las importanciones y el posterior descenso al aporte del PIB nacional.
Asimismo, Emiratos Árabes Unidos es paso frecuente de comerciantes, intermediarios y brókers que acuden al mercado emiratí en busca de los mejores intercambios, confiando en la calidad y el origen del oro. Pero, la tendencia alcista del metal precioso podría podría opner el peligro el negocio emiratí, con el epicentro en el Zoco del Oro qatarí.
“El Zoco del Oro o Mercado del Oro de Dubai está situado en la zona de Deira y es un conjunto de calles repletas de tiendas que venden joyas de oro, la mayoría de la variedad de 24 quilates, pero también se pueden encontrar piezas de 18, 21 y 22 quilates. Y si al viajero no le gusta ninguno de los diseños que se exhiben, un artesano puede crear la pieza a su gusto”, así reza la página oficial de See Dubái Tours, una de las teleoperadoras más conocidas de la ciudad.
Tal es la exlusividad de este mercado en Dubái que hasta se pueden realizar piezas personalizadas, en un ambiente donde se estima que a cada momento hay unas 10 toneladas de oro. Además, lo que poca gente conoce es que, la compra de oro en Dubái no conlleva impuestos añadidos, lo que resulta realmente interesante para los visitantes. Turistas, eso sí, con bastantes dirhams (moneda local) en el bolsillo: una pieza de 18 kilate puede alcanzar fácil los 145.000 dírhams (unos 38.000 euros).
La ostentación dorada de Dubái es tal que alberga el anillo de oro más grande del mundo, el conocimo como Anillo o Estrella de Taiba (Najmat Taiba) y que está valorado en unos 3 millones de euros, aunque su propietario (la compañía tailandesa Taiba) tan solo pago por él 547.000 dólares (entonces la onza cotizaba a unos 250 dólares)
Se trata así de una joya única, pues para su construcción se necesitaron a 50 joyeros trabajando 10 horas al día durante 45 días consecutivos, y ha sido reconocido por el Libro Guiness de los Récord, respaldado también por el Word Gold Council. El anillo en cuestión pesa casi 65 kg y está decorado con 615 piedras Swarovski y con más de 5 kg entre piedras preciosas y diamantes.
El principal mercado al que acude Dubái en busca de ese oro de hasta 24 kilates es África, por varios motivos. El primero de ellos por cercanía: si bien China, Rusia y Australia son los países líderes de extracción de oro (según la solución analítica de Statista con una producción anual de 330, 320 y 320 toneladas respectivamente), la proximidad de las naciones africanas pesa bastante más. Aunque, sin duda, el mayor aliciente de EAU para acudir a las minas auríferas de Sudáfrica o Ghana es el precio: una rentabilidad que el país árabe ve multiplicada cuando vende el oro a precios muy por encima del mercado.
Así, Ghana es el país líder de África en producción de oro, con una estimación de 200 tonelada anuales y unas 1.000 toneladas métricas de reserva. Por detrás, Sudáfrica (que solía ocupar el número uno) con una producción de 120 toneladas, aunque con unas reservas métricas mucho mayores, 6.000 toneladas, según datos publicados por Statista y correspondientes a 2019.
Sorprendentemente, la riqueza natural que se esconde en estos países, también en Sudán, Malí y Burkina Faso (76, 70 y 62 toneladas, respectivamente) no se corresponde a la riqueza económica de las naciones, que exportan el oro por debajo del precio habitual.
Pero más barato no significa mejor, y aunque el oro siempre es oro, en ocasiones puede estar ‘manchado’. Hablamos de pozos y minas auríferas en las que las condiciones de trabajo son mínimas en el mejor de los casos (en otros inexistentes) y se usa el trabajo infantil como mano de obra barata, algo muy habitual en países en vías de desarrollo.
