La petrolera estatal brasileña Petrobras (NYSE:PBR) está a punto de introducir cambios en su política de precios de los combustibles y sus directivos se reunirán esta semana para analizar un nuevo modelo.
Petrobras dijo el domingo en un comunicado que estaba “discutiendo internamente la introducción de cambios en su política de precios del diésel y la gasolina, que serán analizados por la dirección ejecutiva a principios de esta semana y podrían dar lugar a una nueva estrategia comercial”.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, elegido el año pasado, se comprometió a cambiar la actual política de la empresa de vincular los precios locales a las tasas internacionales, como los precios mundiales del petróleo y las divisas, en un intento por abaratar el combustible.
Lula ya había dicho anteriormente que Petrobras debía tener en cuenta los factores locales a la hora de fijar los precios de los combustibles, en lugar de limitarse a seguir un precio de paridad de importación.
La empresa, conocida formalmente como Petroleo Brasileiro (BA:APBR) SA, añadió que los posibles cambios se basarían en “estudios técnicos y normas de gobernanza”, pero no dio más detalles.
La política actual fue adoptada en 2016 bajo el mandato del expresidente Michel Temer.
Su sucesor, Jair Bolsonaro, la mantuvo formalmente durante su gobierno, aunque criticó duramente el modelo cuando los precios se dispararon el año pasado, avivando la inflación y, en última instancia, perjudicando su fallida candidatura a la reelección.
Los ejecutivos han dicho que la nueva propuesta mantendría la competitividad de la empresa en el mercado local, pero los inversores siguen desconfiando de un modelo que podría llevar a la empresa a desechar su paridad oficial de importación, considerada clave para los recientes beneficios extraordinarios.
Los analistas de JPMorgan (NYSE:JPM) dijeron que cualquier cambio que limite la capacidad de Petrobras de seguir los precios de referencia internacionales sería recibido negativamente por los inversores, a menos que venga acompañado de un mecanismo de financiación o compensación claro y creíble.
“Si la nueva política no aleja los precios de los puntos de referencia internacionales, puede incluso ser bien recibida”.
El presidente ejecutivo, Jean Paul Prates, dijo a la prensa la semana pasada que la empresa seguiría basando sus precios en una referencia internacional, pero sin una “paridad internacional” específica. Señaló que las conversaciones tendrían lugar esta semana, pero se negó a “desvelar nada”.