El continente africano, que posee un importante potencial de recursos económicos y demográficos, se ha convertido en los últimos años en un escenario de creciente rivalidad entre la República Popular China y Estados Unidos.
Pekín ha conseguido convertirse en el principal socio comercial de la mayoría de los países del continente africano, mientras que la presencia de Washington en África ha disminuido, aunque sigue siendo el mayor contribuyente de ayuda humanitaria a los países de la región.
Sin embargo, la rivalidad entre las dos grandes potencias alcanzó un nuevo nivel cuando la lista de áreas de cooperación de China con África incluyó cuestiones de seguridad.
La protección de sus inversiones
Las iniciativas militares de China en África se remontan a 2015, cuando, ante la Asamblea General de la ONU, el presidente chino, Xi Jinping, señaló el interés de Pekín por implicarse a los mecanismos de seguridad africanos prometiendo 100 millones de dólares en ayuda militar a la Unión Africana para apoyar la creación de la Fuerza Africana de Reserva y la Capacidad Africana de Respuesta Inmediata a las Crisis.
Desde entonces, China se ha convertido en el segundo mayor exportador de armas a África, con el 20 % del total, solo por detrás de Rusia, con el 30 %, y superando a Francia, con el 9,5 %, y a Estados Unidos, con el 5,4 %.
En 2017, el Ejército Popular de Liberación de China estableció su primera base militar en África en Yibuti. Este país, situado en la entrada estratégica del corredor del mar Rojo frente a Yemen, alberga también instalaciones militares de Estados Unidos, Alemania, España, Italia, Francia, Reino Unido, Japón y Arabia Saudí. Los objetivos manifiestos de esta instalación son la lucha contra la piratería y la protección de la libertad de navegación, y son parte de una estrategia destinada a asegurar los corredores comerciales.
La medida tenía por objeto salvaguardar las inversiones chinas de la iniciativa de la Franja y la Ruta en el continente africano, que es su mayor proyecto en la región. La apertura de una base china en la costa oriental ha provocado especulaciones sobre la posibilidad de que China abra una segunda base en la costa atlántica de África, en Guinea Ecuatorial. No obstante, a pesar de los rumores, la apertura de una segunda base en África Occidental nunca ha llegado a producirse.
En agosto de 2023, el diario South China Morning Post informó que el mayor fabricante de armas de China, Norinco, abría por primera vez una oficina regional en África Occidental, concretamente en Senegal. Según el periódico, la medida muestra “la voluntad de las empresas chinas de defensa de desafiar más audazmente a sus homólogas occidentales en los negocios, la influencia, el fortalecimiento de las asociaciones y el posicionamiento de China como socio preferente”.
Una serie de golpes militares en países francófonos históricamente afines a Francia, como Malí, Burkina Faso, Guinea y Níger, han debilitado gravemente la influencia de París en la región. El más reciente tuvo lugar el 30 de agosto en Gabón, cuyos anteriores dirigentes estaban dispuestos a aumentar la cooperación con China en materia de seguridad.
Una base militar en Gabón y la respuesta de EE.UU.
Poco antes de su destitución, el presidente de Gabón, Ali Bongo, en una reunión con un alto funcionario estadounidense, admitió haber prometido en secreto al dirigente chino Xi Jinping que Pekín podría estacionar fuerzas militares en la costa atlántica de Gabón.
Según informa The Wall Street Journal, Jon Finer, principal asesor adjunto de seguridad nacional de EE.UU., alarmado, instó a Bongo a retractarse de la oferta, ya que Estados Unidos considera el Atlántico su patio delantero estratégico y ve una presencia militar china permanente allí como una grave amenaza para la seguridad estadounidense. “Cuando los chinos empiezan a husmear en un país costero africano, nos ponemos nerviosos”, cita el WSJ a Finer.
Pocas semanas después de hablar con un funcionario estadounidense, Bongo fue derrocado por su propia guardia, lo que llevó a Estados Unidos a iniciar negociaciones con una nueva autoridad, el general Brice Oligui Nguema.
La primera reunión de Oligui con funcionarios estadounidenses tuvo lugar en octubre, al margen de la Asamblea General de la ONU. En esa reunión Oligui dijo que comprendía la preocupación de Estados Unidos por la presencia militar china en el Atlántico. Según afirmó, el anterior dirigente de Gabón tenía un acuerdo verbal con el presidente Xi, pero no existía ningún pacto firmado.
Como informa WSJ, funcionarios estadounidenses y gaboneses están negociando actualmente un acuerdo de cooperación en materia de defensa y han hablado de la formación estadounidense para ayudar a Gabón a asegurar sus fronteras. Asimismo, en noviembre de 2023, la Casa Blanca decidió que Gabón acogiera este año las maniobras marítimas de África Occidental y Central dirigidas por Estados Unidos.
Al mismo tiempo, los funcionarios estadounidenses siguen preocupados por la posibilidad de una base militar china en la costa atlántica africana. Guinea Ecuatorial sigue figurando entre las opciones más probables. Su presidente, Teodoro Obiang Nguema, aseguró no haber recibido ninguna propuesta de China para construir una base, pero reconoció que el país coopera con Pekín en materia de entrenamiento militar y suministro de material de defensa.
De esta forma, Washington sigue estudiando la actividad militar de Pekín en la región. “Cuando se cierra una puerta, buscan otra oportunidad”, concluyó a WSJ una fuente del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense.