El ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Eduardo del Castillo, ha indicado que 17 personas, entre ellas militares y civiles, han sido detenidas por su presunta implicación en el golpe de Estado fallido liderado por el comandante general del Ejército, José Zúñiga. Así lo ha trasladado este jueves en una rueda de prensa, donde también ha señalado que la Policía se encuentra buscando a otros tres soldados que estarían involucrados.
Del Castillo ha resumido algunas de las conclusiones extraídas de un informe de Inteligencia que recoge qué fue lo que ocurrió y desde cuándo se preparaba esta rebelión. “De acuerdo a las investigaciones y declaraciones testificadas, este golpe de Estado se habría planificado en mayo”, ha asegurado.
Asimismo, el ministro ha avanzado un organigrama de personas que habrían participado en la asonada, aunque ha puntualizado que aún quedan algunos implicados por localizar. Los detenidos se dividirían en tres grupos diferentes: uno con los involucrados en la preparación y planificación, otro con los relacionados en la organización y coordinación y, el último, con los vinculados en el ejercicio de la fuerza armada.
El primer grupo de arrestados estaría liderado de forma directa por el general Zúñiga y Juan Arnez Salvador, excomandante general de la Fuerza Armada Boliviana, quienes serían los articuladores del plan. “Otro de los ideólogos sería un ciudadano civil”, ha subrayado del Castillo, al explicar que esta persona se encontraba en la plaza Murillo de La Paz y habría ayudado en la comisión de los delitos. Otro individuo más estaría vinculado a la preparación del ataque y, además, la Policía está realizando una serie de actuaciones para dar con el paradero de otros tres militares.
El segundo grupo, relacionado con la organización y coordinación del intento del golpe de Estado, está formado por siete detenidos que habrían participado como ayudantes. “Estas personas se encuentran en calidad de aprehendidas y serán dispuestas ante el Ministerio Público“, ha manifestado el titular de la cartera de Gobierno.
El tercer y último grupo está compuesto por cuatro miembros de las fuerzas armadas. “Fueron quienes ingresaron con las tanquetas a la plaza Murillo, desplegaron el armamento bélico y tenían la ultima fase de su plan: consolidar el golpe”, ha apuntado del Castillo. Estas personas trabajaban bajo grupos operativos de otros dos militares a cargo de los regimientos del departamento de La Paz, ha añadido.
“Hemos pedido que se adicione un tipo penal: el delito de destrucción o deterioro de los bienes del estado y la riqueza nacional por la destrucción que sufrió el Palacio Quemado en la sede del Gobierno”, ha concluido el ministro al tiempo que ha sostenido que el principal objetivo del Ejecutivo es “detener a todos los miembros de la organización criminal”.