Una fuente local ha informado este sábado que un petrolero gigante bajo la bandera de Grecia saqueó unos dos millones de barriles de petróleo yemení después de partir de un puerto en la provincia de Hadramaut, en el sureste de Yemen, mientras Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), están ocupados saqueando el crudo de este país devastado por la guerra desde 2015.

El petrolero Maran Canopus partió del puerto de Dabba el día anterior, casi dos semanas después de anclar (el 6 de agosto) allí, según la fuente citada por la cadena oficial local Al-Masirah. El puerto de Dabba está bajo el control de los Emiratos Árabes Unidos y sus militantes takfiríes.

La fuente ha afirmado que el crudo yemení saqueado tiene un valor de 200 millones de dólares en base al precio del petróleo en el mercado mundial.

Según los sitios web de navegación, este barco se dirige al puerto de Rizhao en la provincia china de Shandong para descargar su cargamento petrolero.

Yemen alerta que apuntará a empresas y barcos que roben sus recursos

Yemen advierte a la ‘coalición’ agresora de secuelas de abusar la tregua para saquear sus recursos de hidrocarburos y satisfacer los intereses del sionismo.

En uno de los últimos casos de estos robos, una fuente del Ministerio de Petróleo y Recursos Minerales de Yemen informó el 31 de mayo a la cadena Al-Masirah que el petrolero Apolytares perteneciente a la coalición agresora saudí había atracado en el puerto de al-Shahr en Hadramaut y saqueó más de dos millones de barriles de petróleo crudo, por un valor de más de 270 millones de dólares.

Agregó que las ganancias del petróleo yemení saqueado fueron suficientes para pagar los salarios de todos los funcionarios yemeníes durante más de dos meses.

Además, un petrolero emiratí ‘Gulf Aetos’, cargado con más de 400 000 barriles de crudo por un valor estimado de 43 640 millones de dólares, partió a fines de junio del puerto de Razum, ubicado en la provincia de Shabwa, en el sur de Yemen, avisó una fuente especial a la agencia de noticias yemení Sabah.

Señaló que esto se enmarca en el marco del saqueo sistemático de las reservas de petróleo y los recursos naturales de Yemen por parte de la coalición agresora liderada por Arabia Saudí y sus militantes aliados, así como de medidas estrictas destinadas a evitar el flujo de efectivo hacia el país.

Arabia Saudí lanzó una devastadora guerra contra Yemen en marzo de 2015 en colaboración con sus aliados árabes y con el apoyo logístico y armamentístico de EE.UU. y otros países occidentales, con la intención de restaurar en el poder al expresidente fugitivo yemení Abdu Rabu Mansur Hadi y aplastar al movimiento popular yemení Ansarolá.

Si bien la coalición agresora no logró cumplir ninguno de sus objetivos, la guerra mató a cientos de miles de yemeníes y generó la peor crisis humanitaria del mundo.

Yemen ha condenado en reiteradas ocasiones que ciertos Estados occidentales, como el Reino Unido, Francia, EE.UU. y España, que se proclaman defensores de derechos humanos, cierren sus ojos ante los constantes y graves crímenes de lesa humanidad que cometen los saudíes en Yemen por intereses económicos.