Miles de negocios luchan por cubrir vacantes tras la reapertura económica y hay estados que ofrecen un estímulo en efectivo para que las personas regresen a sus trabajos
Connecticut, Oklahoma y Montana están entre los estados que están ofreciendo un estímulo insospechado para persuadir a los trabajadores desempleados que reciben beneficios de desempleo mejorados por los $300 dólares adicionales de subsidio que se establecieron por el gobierno federal durante la pandemia, para que vuelvan a trabajar pronto: bonificaciones en efectivo para las personas que regresan a trabajos de tiempo completo.
El gobierno de Connecticut anunció el lunes que otorgaría $1,000 dólares a 10,000 trabajadores desempleados que encuentren empleo a tiempo completo y lo mantengan durante al menos ocho semanas.
Mientras tanto, Oklahoma informó el lunes que otorgaría bonos de $1,200 dólares a los primeros 20,000 trabajadores actualmente desempleados que encuentren trabajos de tiempo completo y los mantengan durante al menos seis semanas.
Los esfuerzos se producen en medio de un debate más amplio sobre el mercado laboral a medida que la economía de EE. UU. continúa recuperándose de la pandemia de coronavirus.
Los restaurantes y otras empresas que ahora están reabriendo dicen que están luchando por encontrar trabajadores para ocupar sus puestos vacantes, mientras que algunos legisladores conservadores han señalado las decepcionantes cifras de empleos de abril como evidencia de que los $300 dólares adicionales de ayuda federal por desempleo por ayudar a las personas a superar la recesión causada por la pandemia mantiene a los trabajadores desinteresados en el regreso al empleo.
Ese criterio ha provocado que al menos 19 estados liderados por republicanos reduzcan la ayuda adicional por desempleo meses antes de que expire en septiembre, una medida que, según dicen, ayudará a los dueños de negocios que se quejan de que no pueden encontrar personal para puestos vacantes.
Entre esos estados se encuentran Oklahoma y Montana, que agregaron estas bonificaciones para suavizar el impacto de imponer una reducción a la ayuda federal por desempleo, que finalizará el 26 de junio para los habitantes de Oklahoma y el 27 de junio para los de Montana.
“El mayor desafío que enfrentan las empresas de Oklahoma hoy en día no es reabrir, sino encontrar empleados”, dijo el gobernador Kevin Stitt en un comunicado sobre el nuevo programa.
Muchos economistas y expertos laborales dicen que el tema es más complicado que el beneficio adicional de $300 dólares en ayuda semanal por desempleo. Aproximadamente 4 millones de personas dijeron que se quedaron fuera del mercado laboral debido a preocupaciones sobre contraer o propagar COVID-19, según una encuesta del censo del 14 al 26 de abril.