La normativa tiene tres ejes: simplificación tributaria, reforma laboral y atracción de inversiones.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, dio a conocer a la ciudadanía la ‘Ley de Creación de Oportunidades’ que ha entregado este viernes a la Asamblea Nacional (Parlamento) para su debate.
“Debemos dar inicio a un gran cambio, una nueva movilización nacional, con el objeto de crear oportunidades no solo para la generación actual sino también para la siguiente, y por eso vengo a plantearles un cambio“, dijo el mandatario en un mensaje a la nación la noche del jueves.
La normativa, que lleva un nombre parecido al de su partido político, Creando Oportunidades (Creo), tiene tres ejes: simplificación tributaria, reforma laboral y atracción de inversiones.
Simplificación tributaria
En relación con la simplificación tributaria, Lasso comentó que “se eliminarán impuestos que no tienen sentido y que dificultan la vida de los ciudadanos, especialmente de las clases populares”.
Así, dijo que no se subirá el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y que este se quitará a ciertos productos como mascarillas, alcohol, gel antibacterial, pañales, tampones, toallas sanitarias y otros insumos de uso de higiene femenina; así como para el hospedaje para extranjeros.
También se eliminará el Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) a planes de telefonía móvil para personas y empresas, videojuegos, vehículos híbridos y eléctricos; se suprimirá el tributo a la herencia para hijos y cónyuges, y se exonerarán los valores que se pecharían a los fallecidos durante la pandemia.
Se elimina, además, el Régimen Impositivo Simplificado (RISE) el Régimen de Microempresarios, que actualmente cobra el 2 % de las ventas; este último impuesto fue incluido en la Ley de Simplificación y Progresividad Tributaria a finales de 2019, tras una votación en el Parlamento, que fue apoyada por los legisladores de Creo.
En lugar de esto, se creará el Régimen Simplificado para Emprendedores y Negocios Populares, un régimen especial de entrada para ese tipo de comerciantes durante los primeros tres años, que incluirá facilidades laborales para que los emprendimientos se consoliden en el tiempo.
Lasso, según dijo en su alocución, también propuso un ajuste en las deducciones del Impuesto a la Renta (IR) para que haya una mayor contribución de una “muy pequeña minoría de ecuatorianos, apenas el 3,5% de la Población Económicamente Activa (PEA)”. Al respecto, el objetivo es que las contribuciones, progresivas y graduales, las hagan quienes ganan por encima de 24.000 dólares anuales.
Asimismo, se aplicará una contribución temporal de dos años a quienes tengan patrimonios mayores a los 500.000 dólares y, por una sola vez, a empresas con patrimonio superior al millón de dólares, que generaron utilidades en el 2020 y mayores ventas que en 2019.
Flexibilización laboral
Lasso insiste en crear un régimen “alternativo” al Código del Trabajo, para crear “oportunidades laborales”, con flexibilización en las modalidades de contratación y las jornadas laborales. En caso de aprobarse, el país se manejaría con esos dos marcos distintos para la legislación laboral.
“Este régimen será una alternativa para aquellos desempleados que quieran dar un paso al frente e incorporarse a un emprendimiento que nace, pero que por obvias razones aún no puede asumir los costos laborales que tienen las grandes empresas”, dijo.
Ese nuevo régimen, paralelo al Código del Trabajo, según el mandatario permitirá “el acceso a nuevas modalidades de empleo acorde al contexto”, tomando en cuenta la tecnología, que permite el teletrabajo o que las horas laborales puedan repartirse de maneras diferentes.
“No vamos a vulnerar ningún derecho adquirido, al contrario, vamos a proteger los derechos de todos los ecuatorianos que actualmente cuentan ya con su estabilidad laboral”, dijo.
No obstante, explicó que se propone la opción de “contratos alternativos” a plazo fijo, que podrán durar hasta cuatro años; y apenas superado ese tiempo, todo contrato se convertirá en indefinido.
También dijo que con la reforma laboral que plantea habrá opciones más variadas para gozar licencias de maternidad y lactancia, las empresas deberán ofrecer servicio de guardería para los hijos menores de cuatro años de sus trabajadores y que a emprendedores y artesanos se los considerará como negocios populares para fines tributarios.
Sobre esta reforma, Edwin Bedoya, vicepresidente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (Cedocut), denunció semanas atrás que se trata de una ley que “va a permitir la discriminación de trabajadores de primera y de segunda”, y aseguró que sería una normativa para “trabajadores sin derechos, sin liquidación, sin estabilidad laboral, sin indemnización si son despedidos”.
Atracción de inversiones
Para atraer inversiones, Lasso dijo que se establecerá un nuevo “marco normativo sencillo” que brinde garantías a los inversionistas; y anunció la creación de la Secretaría de Alianzas Públicas y Privadas para agilizar estos negocios.
Además, adelantó que se habilitarán “zonas francas con incentivos tributarios” para actividades agroecológicas comunitarias, desarrollo rural, industrias agrícolas, logísticas, y se generarán mayores mecanismos de transparencia en materia aduanera, entre otros aspectos.
Lasso exhortó a la Asamblea Nacional a la aprobación de la ley. “Hago un llamado a su más profundo sentimiento de civismo y de solidaridad hacia quienes hoy no tienen trabajo”, manifestó.
De acuerdo con el mandatario, la normativa que propone es una herramienta “para reconstruir sólidamente la economía nacional”, tras detallar que la deuda pública alcanza los 63.000 millones de dólares, equivalente al 63 % del Producto Interno Bruto (PIB); y el déficit fiscal es de 7.000 millones de dólares.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en Ecuador la evasión tributaria es de alrededor de 7.000 millones de dólares; en las protestas sociales realizadas recientemente, una de loas peticiones es que se cobre a las grandes empresas ese dinero por evadir impuestos.
Por su parte, el economista Marcelo Varela señaló que la iniciativa de Lasso se contradice en sí misma, ya que la recaudación estimada no concuerda con los cambios tributarios. Agregó que de esta forma se incluiría en la base imponible a las personas con menos recursos.
Edgar Romero G.
