El Ejército ucraniano ha anunciado este domingo que ha hundido un dragaminas ruso en el puerto crimeo de Sebastopol, si bien las autoridades rusas de la península aseguran que el ataque no ha causado daños ni a la infraestructura ni dejado víctimas.
Ucrania identifica al barco hundido como el ‘Kovrovets’, integrante de la Flota del Mar Negro, “eliminado gracias a los potentes bombardeos nocturnos que resonaron en la península temporalmente ocupada”.
Por contra, el gobernador ruso de Sebastopol, Mijail Razvozhaev, ha informado de un “ataque nocturno” del Ejército ucraniano que “no ha dejado víctimas” y ha sido repelido por los sistemas de defensa rusos.
“Agradezco a los empleados de los servicios públicos, a los especialistas del servicio de rescate de Sebastopol, a los técnicos del Ministerio de Situaciones de Emergencia y a la Guardia Nacional por su rapidez al retirar casi todos los fragmentos y submuniciones caídos para su posterior destrucción“, ha hecho saber en su cuenta de Telegram.
Este pasado sábado, la Inteligencia militar británica estimaba que los ataques ucranianos contra posiciones rusas en la península de Crimea acabarán provocando la “dispersión” de los efectivos aéreos de Rusia desplegados allí, y que ya se encuentran bastante “degradados”.
En su última evaluación, el Ministerio de Defensa británico recordó un penúltimo ataque ucraniano ocurrido el 14 de mayo que provocó la destrucción de dos aviones de combate MiG-31, una batería de misiles rusa SA-21 y un radar modelo Grave Stone en el aeródromo de Belbek.
El ataque de hace cinco días fue el cuarto de los últimos 30 días que ha provocado pérdidas a la Defensa Aérea rusa en Crimea después de los efectuados en la instalación antirradar de Ai-Petri, el 12 de mayo, y los dos en el aeródromo de Dzhankoy, el 16 y el 29 de abril.
