Ben Wallace reconoció que “algunas personas no volverán” y afirmó que Londres hará “todo lo posible” para evacuar a sus colaboradores locales del país asiático.
El secretario de Defensa de Reino Unido, Ben Wallace, ha lamentado que “algunas personas no volverán” de Afganistán, en referencia a colaboradores locales que intentan evacuar del país asiático, mientras contenía las lágrimas durante una entrevista concedida este lunes a LBC.
“Algunas personas no volverán y tendremos que hacer todo lo posible para evacuarlos”, afirmó. “Es triste y Occidente ha hecho lo que ha hecho, y tenemos que hacer nuestro mejor esfuerzo para sacar a la gente y cumplir con nuestras obligaciones”, añadió.
Wallace explicó que desde Londres quieren evacuar de Afganistán a “tanta gente como sea posible”, argumentado que consideran que garantizar la seguridad de todas esas personas con las que “tienen obligación” es lo correcto.
En este sentido, indicó que tanto las fuerzas británicas y estadounidenses, así como las de otras naciones, continúan sacando a gente del aeropuerto de Kabul, donde en las últimas horas se suceden las escenas de pánico y de caos con multitudes de personas que tratan de abandonar el país tras la llegada de los talibanes a la ciudad.
Se cree que todavía hay alrededor de 4.000 ciudadanos británicos y afganos elegibles que se encuentran en la capital afgana a la espera de ser evacuados.
Toma del poder
Este domingo, el jefe de la Oficina Política de los Talibanes, el mulá Baradar, declaró que la rápida victoria del movimiento sobre el Gobierno afgano fue una “hazaña incomparable”, pero que la “verdadera prueba” de gobernar con eficacia y servir a la gente resolviendo sus problemas comenzará ahora que han llegado al poder.
Por su parte, el portavoz de la misma oficina, Mohammad Naeem, afirmó que “la guerra ha terminado en Afganistán” y que pronto estarán claros el tipo de gobierno y el régimen que se implantarán en el país, asegurando que brindarán seguridad y protección a los ciudadanos y a las misiones diplomáticas.
No obstante, existe una preocupación particular por la seguridad de los afganos que trabajaron, por ejemplo, como intérpretes para las fuerzas extranjeras que estuvieron desplegadas en la nación por las represalias que podrían sufrir en caso de que los insurgentes den con ellos.