La decisión estuvo motivada por el actual agravamiento de la crisis sanitaria causada por el coronavirus, que ha llevado a una tasa de ocupación hospitalaria de 95% con un aumento de los contagios hasta cifras récord.
En los comicios, inicialmente previstos para el próximo fin de semana, más de 14,7 millones de ciudadanos estaban convocados para elegir a sus representantes municipales y regionales, así como a los 155 miembros de la Asamblea Constituyente que serán responsables de dotar al país con una nueva Constitución.
La convocatoria al proceso constituyente surgió como consecuencia de la ola de graves protestas que sacudieron Chile en 2019.
Aunque ha sido sometida a reformas, la Carta Magna vigente en ese país fue aprobada originalmente durante el régimen de facto del general Augusto Pinochet.
Paradoja sanitaria
Ante el coronavirus, Chile vive una situación paradójica pues atraviesa ahora su peor momento frente a la pandemia pese a ser uno de los países del mundo más avanzados en el proceso de vacunación de sus ciudadanos.
A pesar de ello, el deterioro de la situación sanitaria ha llevado al confinamiento de más de 83% de la población del país y, ahora, a la postergación de elecciones que también afectará la segunda vuelta de las elecciones de gobernadores, inicialmente prevista para el 9 de mayo pero que ahora se realizará el 4 de julio, coincidiendo con las primarias presidenciales.