“No es como en la Argentina de Javier Milei en que la doctrina de seguridad es traída de los manuales represivos de Israel y EE.UU. para reprimir y someter a los argentinos a paquetes neoliberales para entregar la soberanía de los países y acallar la voz de los pueblos como está ocurriendo hoy en Argentina”, aseveró el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
En declaraciones hechas el jueves durante la celebración del 14.º aniversario de la creación de la Policía Nacional Bolivariana, Maduro también aseguró que la doctrina de seguridad de Venezuela es digna de exportación.
De hecho, aseguró que Venezuela cuenta con su propia doctrina policial y no copia los manuales que le dictan desde Washington. “No somos colonia, más nunca, subordinados al imperio más nunca. Rebeldes e independientes por siempre, tenemos que ser libres, soberanos, independientes, rebeldes de verdad, una nueva policía bolivariana, revolucionaria y profundamente chavista”, agregó.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, carga contra el mandatario electo de Argentina, Javier Milei, catalogándolo de neonazi y arrodillado del imperialismo.
Las palabras del jefe de Estado venezolano se producen mientras Argentina promete mano dura ante las protestas antigubernamentales.
Agentes de la Policía argentina reprimieron el jueves a decenas de personas que protestaban en la ciudad de Córdoba en rechazo al paquetazo neoliberal anunciado por Milei que va en contra de los derechos laborales.
Milei emitió el miércoles un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que incluye la privatización de las empresas públicas, la disminución de las indemnizaciones por despido y la restricción del derecho de huelga.
En respuesta a las políticas de recorte de gasto público y austeridad de Milei, algunas asociaciones y sindicas argentinos anunciaron la semana pasada que convocarían a una huelga y celebrarían unas manifestaciones la próxima semana en Argentina.
El llamamiento de estas asociaciones provocó que el portavoz del Gobierno argentino, Manuel Adorni, advirtiera de que impondría “sanciones severas” contra los manifestantes que corten el tráfico.