El presidente de Argentina, Javier Milei, ha tomado este lunes juramento a Guillermo Francos como nuevo jefe de Gabinete de ministros de su Gobierno, un cargo clave, de fuerte peso político y responsabilidad en la ejecución presupuestaria.
Milei tomó juramento a Francos en una breve y fría ceremonia en la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino.
Francos, hasta ahora ministro del Interior, reemplaza como jefe de Gabinete a Nicolás Posse, uno de los ‘armadores’ del proyecto político libertario que desembarcó en la Casa Rosada en diciembre pasado.
De bajísimo perfil público, Posse dejó la Jefatura de Gabinete el pasado 27 de mayo debido a “la diferencia de criterios y expectativas en la marcha del Gobierno y las tareas encomendadas”, según se encargó de comunicar entonces el propio Ejecutivo.
Su salida se dio tras el fracaso del Gobierno en su intento de firmar el 25 de mayo un “pacto” con los gobernadores de provincias -todos opositores- sobre una decena de principios políticos y económicos, lo que finalmente no se concretó porque esa rúbrica estaba supeditada a la aprobación de la denominada ‘ley de bases’ en el Parlamento, donde el oficialismo es minoritario.
El proyecto de ley de ambiciosas reformas, fundamentalmente económicas, impulsado por Milei está en tratamiento en el Parlamento desde diciembre pasado y, tras varias idas y vueltas, la semana pasada logró un aval en comisiones para ser debatido próximamente en el pleno del Senado.
Para lograr ese aval fue clave la negociación que Francos, ya designado como jefe de Gabinete, llevó adelante con sectores de la oposición.
En un hecho inédito, ya no habrá Ministerio del Interior, pues las funciones de esa cartera las absorbe la Jefatura de Gabinete.
Así que Francos conserva su rol de ‘armador político’ mientras desempeña las funciones constitucionales del jefe de Gabinete, entre ellas, coordinar a los ministros, ejercer la administración general del país y ejecutar el Presupuesto.