Israelíes protestan en Al-Quds contra la reforma judicial impulsada por el gabinete del primer ministro Benjamín Netanyahu, 27 de marzo de 2023.
En las últimas 12 semanas las principales ciudades israelíes han sido escenario de masivas protestas, que han marcado el récord sin precedentes de 700 000 manifestantes en un día.
Las protestas se han contagiado también al ejército, lo que ha preocupado a las autoridades del régimen.
Desde su llegada al poder, Benjamín Netanyahu multiplicó los retos del régimen, siendo él mismo uno de los principales desafíos, pues sumó los partidos coalicionados con el Likud a las crisis que vive el régimen.
Netanyahu tenía que hacer coalición con los partidos de ultraderecha y sionistas extremistas. Ahora, tras la victoria, el gabinete y los partidos de coalición buscan implementar sus planes, pero antes que nada deben superar a la corte suprema.
La corte suprema israelí, de hecho, funciona como el poder judicial y puede abolir las medidas aprobadas por el gabinete, e incluso las leyes del parlamento.
La situación se tensó cuando el gabinete pidió una enmienda para limitar las facultades de la corte suprema. Netanyahu busca transmitir tales facultades al parlamento, a través de hacer cambios en el comité que selecciona a los jueces del supremo.
En efecto, el plan de Netanyahu ya dio un primer paso, el parlamento aprobó con 61 votos la parte de la reforma judicial que blinda al premier.
El parlamento está formado por 120 escaños y para el gabinete gobernante que cuenta con la mayoría parlamentaria es muy fácil conseguir los votos necesarios.
Los partidos en coalición con el Likud persiguen varios planes, que según ellos, son una “revolución estructural”, pero para los opositores son un “golpe dictatorial”.
Ellos buscan anexar la Cisjordania ocupada a Israel, además de cambiar la composición demográfica de las áreas habitadas por los árabes dentro de los territorios ocupadas en 1948 a favor de los judíos.
Estos partidos dicen que las leyes deberían cambiar para poder ejecutar a los autores de las operaciones de represalia de palestinos. También, buscan ofrecer inmunidad a los soldados para que puedan disparar más fácil.
Los planes del gabinete y los partidos no se limitan a lo mencionado. Quieren iniciativas para aumentar la desestigmatización del racismo.
Los indignados israelíes prometen continuar sus protestas hasta eliminar “por completo” la reforma judicial que impulsa el gabinete de Benjamín Netanyahu.
Debilitando la corte, el gabinete busca otra meta también, es decir, influir en los casos judiciales contra Netanyahu.
Netanyahu está acusado de cohecho, soborno, fraude y abuso de confianza, entonces, debilitando la corte suprema quiere cerrar los 4 casos abiertos.
Si el gabinete sigue con sus reformas, se seguirá enfrentando con la ola masiva de protestas y huelgas.
Y si se retira, se enfrenta con divergencias dentro de la coalición que podrían causar la caída del gabinete.
Los conflictos incluso golpearon el propio gabinete, hasta que Netanyahu destituyó a su ministro de asuntos militares, Yoav Gallant.