Está claro que Occidente no “está interesado en ninguna solución pacífica” para la guerra en Ucania, denunció el jueves el representante permanente de Rusia ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, durante una sesión del Consejo de Seguridad.

Enfatizó que el suministro de armas cada vez más potentes, la transferencia de datos a Kiev para determinar objetivos, así como el entrenamiento de soldados ucranianos en territorio de los países de la OTAN, “convierten a estos Estados no solo en parte del conflicto armado con Rusia”, sino también “en cómplices de los crímenes de guerra de las Fuerzas Armadas de Ucrania y sus batallones nacionalistas”.

Nebenzia denunció que los países occidentales tratan de utilizar a Ucrania como un polígono [militar] y prolongar el conflicto “hasta el último ucraniano” en un esfuerzo por infligir una ‘derrota estratégica’ a Rusia.

También criticó el silencio de los aliados de Ucrania ante los crímenes que cometen los “soldados del régimen del presidente Volodímir Zelenski.

Por último, afirmó que Rusia “se reserva el derecho de tomar todas las medidas necesarias para neutralizar las amenazas a la seguridad” del país, así como que todos los objetivos de la operación militar rusa se cumplirán.