Un caza MiG-31K ruso equipado con misiles hipersónicos Kinzhal.
Rusia vuelve a usar misiles hipersónicos Kinzhal en su operación militar en Ucrania y destruye infraestructura militar del país vecino en distintas regiones.
El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov, ha informado este domingo que la aviación rusa había destruido una base militar en la región de Zhitomir, en el noroeste de Ucrania.
Según el portavoz militar ruso, se encontraban en la base más de un centenar de efectivos de fuerzas especiales ucranianas y mercenarios extranjeros. De hecho, la base servía de “centro de entrenamiento” para los combatientes extranjeros, ha indicado.
Las Fuerzas Armadas rusas también han disparado por segunda vez desde el inicio de la operación militar especial en Ucrania misiles hipersónicos Kinzhal, cuyo uso fue anunciado por la primera vez por Rusia el sábado. Los proyectiles fueron usados contra “un gran almacén de combustible y lubricantes” en la localidad de Konstantinovka.
Rusia lanzó además misiles de crucero Kalibr desde el mar Negro para destruir varios talleres de reparación de vehículos blindados del Ejército ucraniano, ha agregado Konashenkov.
Mientras Rusia sigue su operación en Ucrania, el presidente ruso elogia el heroísmo de las tropas rusas. Además, acusa a Ucrania de demorar las negociaciones de paz.
El pasado 24 de febrero, Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania, en reacción a la conducta agresiva de Kiev en la región del Donbás (este de Ucrania) y además tras la negativa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a garantizar la seguridad de las fronteras rusas.
Según ha informado el Ministerio ruso de Defensa, fueron atacados 62 objetivos militares en Ucrania desde la noche del sábado, incluidos tres puestos de mando, un lanzacohetes múltiple, dos depósitos de armas y municiones, y 52 puntos de concentración de equipos militares.