“Nadie está a salvo”, afirma un funcionario de la Administración sobre el comportamiento del presidente estadounidense a puerta cerrada.
El presidente de EE.UU. tiene tendencia a soltar su furia contra las personas que trabajan a su lado durante las reuniones privadas, reportó Axios este lunes, citando a fuentes familiarizadas con el asunto. “Nadie está a salvo“, aseguró un funcionario de la Administración.
Debido al explosivo comportamiento de Biden a puerta cerrada, algunos de sus asistentes incluso intentar evitar quedarse con él a solas para no convertirse en el objeto de su ira, afirma el medio. “Maldita sea, ¡¿cómo diablos no sabes esto?!“, “¡No me mientas, joder!” y “¡Vete a la mierda!” son algunas de las frases que aparentemente han tenido que oír empleados actuales y anteriores del mandatario.
Algunas fuentes aseguran que el actual inquilino de la Casa Blanca actúa de tal forma cuando busca obtener información precisa sobre temas significantes y solo grita a aquellas personas a las que respeta. “No hay duda de que el temperamento de Biden es real. Puede que no sea tan volcánico como el de Bill Clinton, pero definitivamente está ahí”, dijo Chris Whipple, autor de un libro biográfico sobre Biden.
Sin embargo, Jeff Connaughton, que en el pasado se había desempeñado como asistente de Biden, aseveró que durante su época como senador el político era un “autócrata ególatra, […] decidido a administrar a su personal a través del miedo“. Connaughton declaró al periódico que Biden “oculta su lado más afilado para promover su imagen campechana del tío Joe, y es por eso que, cuando estalla su ira, parece tan diferente del personaje público”.
Cabe recordar que, a finales de enero del año pasado, el presidente de EE.UU. insultó al corresponsal de Fox News Peter Doocy durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, llamándolo “estúpido hijo de perra“. Las palabras de Biden tuvieron lugar al ser preguntado sobre la inflación del dólar estadounidense. El mandatario no contestó a la pregunta, sino que murmuró el insulto ante el micrófono, que estaba encendido por un error.