Las medidas de urgencia sin una atención de largo plazo, no resuelven la sostenibilidad, la estabilidad económica y su reactivación; al utilizar las extraordinarias ganancias obtenidas con los precios de los minerales para otorgar fondos de estabilidad de precios de los combustibles, precios de refugio, medidas tecnocráticas limitadas como exonerar el impuesto selectivo al consumo que no favorece a un supuesto sector privilegiado y que compromete un gran sector no formal (colectivos); no se dirigen efectivamente a los requerimientos estructurales, son un mejoral para un tumor, porque descapitalizan el país en beneficio de los que siempre se zurran por tener una constitución que no permite el control de precios porque es un goteo y en lo fundamental sin el desarrollo productivo nacional de alta escala.
Estamos en una economía dirigista de los oligopolios que se remece por la crisis no esperada de la guerra Rusia -Ucrania, y que saca ventaja económica como lo hace con el dominio que ejerce en el mercado, y el sector testaferro de la economía subterránea que sigue en el plan de vacancia como lo amenazo el Congresista Montoya, azuza a transportistas la señora Moyano fujimorista, trasladan la demanda social y necesitan furia, sangre y desgobierno.
La disputa de la vacancia y la gobernabilidad ha cobrado presencia en la disputa de la protesta y amenaza extender su polarización, la misma que fracaso en el ajedrez del congreso; y no resulta casual la acción que se muestra concertada por el pedido de la Defensoría que pretende enmendarle la plana al Ministerio Publico, el Congreso en cura de silencio, los opinólogos pro vacancia, la quema del bunker de la Policía Nacional que investiga lavado de activos (criminalidad organizada), vandalismo, saqueo, la quema del peaje de Pisco. Los términos medios no existen frente a este plan vacador contra el Perú y quienes mas sufren por el hartazgo y la crisis, es la población; un ultimo ejemplo fue la Pandemia en el ultimo periodo político que demuestra como se beneficiaron los gallinazos, no podemos tener mente frágil; el hartazgo sin rumbo favorece a los que nunca pierden, necesitan el caos, y se enriquecen.
Una gestión de gobierno que actúa con torpeza y que gestiona desde arriba y que por presión accede a limitadas medidas de atención, consulta, control; no corresponde a la necesidad de una nueva forma de hacer política y gobernar. La gobernabilidad requiere modificatorias de la constitución y avanzar en el proceso constituyente, políticas publicas y de Estado que enfrente la criminalidad organizada y los grandes especuladores, un nuevo consenso económico, político, social y de gestión, una alianza entre el pueblo participativo y el gobierno, en un compromiso de estabilidad y formar una instancia nueva de efectiva gobernabilidad para la estabilidad con el liderazgo del Presidente del Perú Pedro Castillo
