Por: Mario Cárdenas
El país atraviesa una crisis de múltiples características, una crisis sanitaria, que derivó en una crisis social y económica, ahora tenemos una crisis alimentaria, pero como si esto no fuera suficiente, tenemos una crisis política, que tiene una tremenda influencia en las demás, haciéndola mas compleja en nuestro caso. La crisis política actual, tiene su origen en la no aceptación del resultado electoral por parte principalmente de la extrema derecha , este comportamiento no solo sucede en el Perú, lo vemos en muchas partes del mundo, cuando no ganan las elecciones o no pueden seguir manejando a los gobiernos elegidos, se convierten en oposición beligerante, intransigente y muchas veces violenta, buscando conseguir su objetivo por la vía legal o violenta, de recuperar el gobierno al costo que sea, por eso los peruanos debemos estar prevenidos de ese comportamiento antidemocrático.
Hasta el momento aún no han conseguido sus objetivos, porque hay aun una mayoría que no acepta esa vía, se ha reflejado en los dos intentos fracasados de vacancia en el congreso, por lo que vienen desarrollando un proceso de acumulación de fuerzas, desgastando e hiriendo de muerte al actual gobierno, con la colaboración del mismo gobierno.
Pero esa estrategia no tendría viabilidad si no fuera por el torpe manejo del gobierno, principalmente del presidente, que ofrece, facilita y realiza actos que van en esa dirección, facilitando el cumplimiento de los objetivos de esa oposición, acelerando su desgaste y generando en la población la resignación de perder nuevamente esta oportunidad de cambio en democracia por el que votaron mayoritariamente los peruanos en estas ultimas elecciones.
La mayoría de los peruanos optaron por una alternativa de cambio, aspiración nuevamente traicionada en la practica por este gobierno, el mismo que conto en sus inicios con el apoyo de las diversas fuerzas que propugnaban el cambio, le ofrecieron y facilitaron no solo ideas y programa, le ofrecieron compromisos incluso firmados, para realizar un gobierno serio y de cambios, luego de una inicial aceptación , decidió por el camino del abandono del programa de cambio , del rompimiento de los compromiso con esos aliados.
La propuesta trabajada y que contaba con la aceptación verbal, que la alianza no solo debería abarcar a las izquierdas , que también se convocara al centro y a la derecha democrática, para darle estabilidad, gobernabilidad al país, impulsando un programa de cambios básicos, necesarios en las actuales circunstancias, lamentablemente fue tirado al tacho y opto por la negociación con pequeños intereses locales, regionales y nacionales.
No respetó los acuerdos firmados, ni creo que significara algo serio para él, que debería tomarlo en cuenta. Opto antes de juntarse con gente de ideas, lo hizo con gente con intereses patrimonialistas, con vínculos de amistad y familiaridad, que estaban buscando espacios para sacar beneficios principalmente económico o simplemente con aspiraciones de copamiento de puestos en la administración pública.
Pudo convocar para formar parte del gobierno a personas moral y profesionalmente solventes, pero prefirió a personas de formación muy básica, con predisposición a los arreglos y acuerdos por debajo de la mesa, en la lógica de los actuales gobierno regionales y locales, el beneficio patrimonialista.
Pudo convocar a un equipo tecnocrático, competente, con ideas, pero opto por otro que vende aguas y sueros mágicos, o por los que acompañaron en la campaña, o los que participaron en las jornadas sindicales.
Lo trágico pese a las reiteradas invocaciones de lideres sociales, lideres políticos como Zevallos, Verónika Mendoza, Jony Lezcano, Pedro Francke y otros, ensimismado por el cargo ignoró esas invocaciones, ahora exigencias, para dar una salida a la actual crisis, manteniéndose tercamente en lo mismo. Se sopesa que mas pesan las amenazas de Cerrón y compañía que una decisión sensata que le permita al país salir del atolladero al que nos han conducido.
Al mantenerse terco en un camino equivocado, el gobierno no ha hecho otra cosa que acumular hierros, improvisaciones, designaciones lamentables, múltiples denuncias de corrupción de baja intensidad, lo que tenemos como resultado un gobierno sin norte, sin brújula, que ha fortalecido sin desearlo seguramente los objeticos de los adversarios de la extrema derecha.
Mantener, así como están las cosas, no conviene a nadie, porque serán tiempos valiosos perdidos, en mejoras de salud, educación, desarrollo, máxime cuando las materias primas baten récord de precios y al mismo tiempo tenemos varias crisis entre manos, que pueden explotar con escenarios que solo significarán, más caos, violencia, atrasos y perjuicios económicos.
La estrategia del gobierno frente a los problemas que enfrenta, es durar, lo más que se pueda, pese a tener un escenario en contra, aun logra sumar los votos necesarios para impedir la vacancia, negociando puestos, obras, beneficios concretos, para quienes hoy tienen representación política en el congreso. Además, tiene la ventaja, que muchos congresistas no desean acortar sus mandatos congresales, de producirse el adelanto de elecciones.
La oposición extrema no ha cambiado de estrategia, ellos apuestan por la vacancia, no solo del presidente, buscan también de la vicepresidenta, para ellos nada que huela a pueblo y menos sin son de las alturas. No quieren adelanto de elecciones generales, quieren mantener al actual congreso así hacerse del gobierno sin haber ganado las elecciones, para consumar este propósito tendrán como único recurso imponerse por la fuerza, con el consiguiente derramamiento de sangre, ellos lo tienen muy claro y tienen la desfachatez de pregonarlo.
La opción democrática que va desde la izquierda democrática como Nuevo Perú, hasta la derecha democrática en este caso representado por el sector de Jhony Lezcano en Acción Popular, pasando por los morados y otras fuerzas que se ubican en ese espectro político. Deben apostar por una salida democrática a la crisis, que es principalmente política, pero también es económica, social, alimentaria, formulando un paquete de normas que permitan mejorar la representación política, mejorar la estructuras partidarias que garanticen participación de sus militantes y por ende tengan vida activa, asegurando de ese modo que las decisiones partidarias no sean de cupulas al margen de la preocupación de la gente, solo así impulsar el adelanto de elecciones generales con un gobierno de transición, que resulte de la continuidad del hilo constitucional.
La extrema izquierda seguirá con su lógica de chantajear al gobierno, incluso es capaz de votar por la vacancia del Pedro castillo, si sus exigencias no son tomadas en cuenta, ellos quieren seguir apostando por este gobierno siempre que les asegure una cuota de poder en el ejecutivo, al margen de la inviabilidad y los resultados negativos de gestión.
Los peruanos en su gran mayoría no van aceptar, que se sienten en el sillón presidencial quienes no fueron elegidos y perdieron las elecciones, la lección ya lo conocen con Merino el breve, cualquier salida será respetando el marco constitucional.
No podemos permitir que el futuro del país sea de caos, violencia y muerte, que es el camino que nos conduciría de imponerse la estrategia de la extrema derecha de capturar el gobierno a como dé lugar , sin respetar la continuidad y el hilo constitucional. La respuesta, la reacción de sectores sociales, los jóvenes, conduciría al país a una etapa de enfrentamientos con el consiguiente desastre económico, sin sopesar las heridas que estas producirían. Los promotores de esta estrategia son cocientes de ello y lo sectores que han sido también golpeados o arrinconados por esta estrategia cedan a las presiones y produzcan una salida, que no espera la mayoría de los peruanos. Por eso la responsabilidad que tienen los sectores democráticos de buscar fórmulas y salidas a la crisis que evite esas noches negras al país, buscando acercamientos, consensos, para lograr ordenadamente el ADELANTO GENERAL DE ELECIONES.