La integración de Lo Justo a Primero La Gente, lejos de ser una simple maniobra electoralista, representa una estrategia política bien fundamentada en principios ideológicos sólidos y en la lógica de la unión de fuerzas afines para lograr objetivos comunes.
En una reflexión reciente, analizábamos la necesidad de que organizaciones políticas con visiones afines formen alianzas estratégicas para las elecciones del 2026. Este tipo de coaliciones no solo evitan la dispersión del voto, que ha conducido a gobiernos débiles, sino que también fortalecen la democracia al presentar propuestas coherentes y unificadas.
Una alianza basada en principios comunes
A diferencia de alianzas del pasado, la integración de Lo Justo con Primero La Gente no solo obedece a la urgencia de las fechas electorales, sino a una visión compartida sobre el futuro del país. Tanto el centro progresista como el centro liberal han demostrado, históricamente, un compromiso con valores fundamentales como la justicia social, la libertad individual y el desarrollo económico inclusivo. Esta integración se fundamenta en la compatibilidad de sus programas y en la voluntad de construir un país más equitativo y próspero.
La unión de fuerzas como estrategia
Teóricos y politólogos como John Stuart Mill y Amartya Sen han argumentado a favor de la colaboración entre diferentes corrientes del pensamiento liberal y progresista. Según Mill, la libertad individual y el progreso social son interdependientes, y una sociedad justa necesita de ambos elementos para florecer. Sen, por su parte, ha destacado que el desarrollo económico debe ir acompañado de una ampliación de las libertades y oportunidades para todos los ciudadanos.
En este sentido, la fusión de Lo Justo y Primero La Gente no es solo una táctica electoral, sino una estrategia para combinar lo mejor de ambos mundos: el énfasis del liberalismo en la libertad económica y la preocupación del progresismo por la justicia social. Esta sinergia puede resultar en políticas más equilibradas y efectivas que aborden los desafíos contemporáneos del país.
La fortaleza de una propuesta unificada
Las coincidencias programáticas entre ambos colectivos son claras y están documentadas en propuestas concretas. Comparten la lucha contra la corrupción, el fortalecimiento de la economía social de mercado, y la promoción de derechos humanos y equidad. Estas coincidencias no son meras declaraciones retóricas, sino compromisos firmes que guiarán su acción política conjunta.
Más allá de las candidaturas
Es cierto que los tiempos electorales imponen ciertos desafíos, pero la integración de Lo Justo en Primero La Gente responde principalmente a una visión estratégica de largo plazo. La verdadera motivación detrás de esta fusión es la convicción de que juntos, pueden impulsar una agenda que beneficie a todos los peruanos, superando las limitaciones de sus trayectorias individuales y potenciando sus capacidades colectivas.
La lógica de esta alianza es clara: unir fuerzas para construir un proyecto político más robusto y coherente, capaz de enfrentar los desafíos del país con una visión compartida y unida. Lejos de ser una simple unión por conveniencia, esta integración se basa en una profunda coincidencia de valores y objetivos, reafirmando que en política, las ideas y los principios deben ser siempre lo primero.
Por: Tribuno
