Tras el lamentable fallecimiento del expresidente Sebastián Piñera en un trágico accidente, Chile se unió en un impresionante acto de respeto y unidad política. Desde el presidente Gabriel Boric hasta los ciudadanos de a pie, el país sudamericano demostró un comportamiento ejemplar, trascendiendo las diferencias ideológicas. Boric decretó tres días de duelo nacional y ordenó un funeral de estado, mientras que políticos de todos los espectros políticos expresaron sus condolencias y reconocieron los logros de Piñera. Este comportamiento democrático y respetuoso destaca la madurez política y el compromiso con la unidad nacional en tiempos difíciles. Chile ofrece un ejemplo inspirador de cómo la política puede unir en lugar de dividir.