La presidenta Dina Boluarte se presentó el martes pasado ante los medios de comunicación extranjeros para evaluar la crisis política del país. En su discurso, la mandataria pidió perdón por los muertos, planteó el diálogo, pero tildó a los protestantes de radicales y les acusó de tener una agenda política bien diseñada para generar el caos.
Para el sociólogo y presidente de la ONG Labor, Edwin Guzmán, Boluarte tiene una mala lectura de la situación del país, el tono es confrontacional y parece que no tiene ánimo de querer salir de la crisis política. “No hay ningun mensaje de convocatoria a un diálogo verdadero y sincero. Siempre termina sus discursos con una posición de creer que el otro es el responsable de la crisis. No reconoce la gran responsabilidad que tiene”, aseveró.
Desde el inicio del conflicto este año, en Juliaca, cayeron baleados 20 ciudadanos cuando se pretendió tomar el aeropuerto de Juliaca. Boluarte primero pidió perdón, empero contradictoriamente negó que se haya incurrido en “uso excesivo de la fuerza”. Manifestó que de manera extraoficial, le dijeron que la mayoría de los fallecidos del 9 de enero en Juliaca, fue por impacto de un arma artesanal denominada dum-dum. Además, agregó que la Policía actuó para proteger a los 33 millones de peruanas y peruanos y que “Puno no es el Perú”, otra frase que encendió la pradera en las redes.
Guzmán consideró que esa versión de los hechos es inverosímil y no resiste ninguna justificación. “Ni la Policía ni el Ejército tienen la capacidad de resolver una crisis política”, dijo.
El martes, la presidenta terminó su discurso pidiendo una tregua e invocando al diálogo. Hecho que contrastó con el avance de las fuerzas militares que fueron enviadas de Moquegua y Tacna a Puno. Las redes se inundaron de videos que mostraban a una gran cantidad de soldados pasando por el sector de Laraqueri. Guzmán remarcó que Boluarte no está dando ninguna salida política.
“No está dando ninguna respuesta política, sino es totalmente represiva. Su salida es control con la Policía y el Ejército”, dijo.
Otra postura
Juan Mendoza Banda, abogado y docente de la Universidad Católica San Pablo, consideró que los dichos de la presidenta fueron un descargo ante la prensa extranjera, frente a los dichos de los presidentes de Chile, México y Colombia. Estos sostienen que en el Perú se instaló una cultura represiva.
Según él, la frase de “Puno no es el Perú” ha sido descontextualizada. Asimismo calificó de correcta la aseveración de Boluarte respecto a que las protestas provienen de Apurímac y Puno, donde hay narcotráfico y minería ilegal. En estas regiones predomina la actividad informal y son ellos quienes tomaron buena parte de las carreteras.
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Cuestiona entrega de bono
Para Guzmán, es inaudito que se pretenda dar un bono a los miembros de la Policía Nacional, cuando es la institución sindicada de haber causado las muertes en Ayacucho, Cusco, Juliaca y Arequipa. El bono fue anunciado por el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola.
Según Edwin Guzmán, el intermediario para el diálogo podría ser el gobernador de Arequipa, Rohel Sánchez. “Puede ser un ente que, junto con otros como la iglesia se constituyan en un núcleo que pueda convocar al diálogo”, dijo
Gobernador de puno
Por su parte, el gobernador regional de Puno, Richard Hancco Soncco, criticó a Boluarte por seguir justificando su accionar. “La señora presidenta sigue hablando tonterías, indica que las municiones ingresaron del estado plurinacional de Bolivia. Con estas afirmaciones genera rechazo”, dijo.
El sociólogo Edwin Gómez manifestó que para llegar a una solución a esta grave crisis es necesario que haya un intermediario neutral con el fin de entablar el diálogo entre el Ejecutivo y la población que protesta, además de llegar a un consenso para el adelanto de elecciones.