Por Héctor Chunga
Derechas conservadoras aterradas de que se puedan adelantar elecciones generales, como opinamos 67% de encuestados, y ante la agenda peruana en la OEA, cocinaron con receta fiscal legitimar vacancia o suspensión presidencial. El Colegio de Abogados de Lima, CAL, realizó el 18 de octubre un panel derechista conservador diverso sobre Momento político entre crisis y salidas democráticas, en plural. Nos siguen disputando desde Lima ante la depresión de la clase política democrática que sobrevalora los resultados electorales municipales, olvidando que en la misma plaza el 75% de limeños demandamos Qué se vayan tod@s, así se haya votado 26% por López y menos por Urresti. Sin subvalorar esto, le tienen terror a nuestra silenciosa demanda reiterada en encuestas durante este año.
Concluyeron lo mismo, desordenados, en el deslucido evento ante unas dos decenas de asistentes: suspender al presidente, y a la vice, y declarar vacancia, para ungir a un nuevo Merino como presidente encargado: el presidente congresal Williams. Pero cuidarán cómo eludir esto porque la ciudadanía lo rechazaría. Esta es una de las salidas autoritarias a la crisis.
Suponen que con los argumentos de la Fiscal de la Nación neutralizarían la potencial movilización ciudadana frente al 6% que aprueban sus Pasos Perdidos. Los tiburones confían en pactar con parte de las pirañas en Perú Libre, el propio gobierno, y otr@s con sus prebendas. Inclusive con el propio presidente Castillo o la misma vicepresidenta Boluarte en modo Quedémonos –aunque sea suspendid@s- tod@s: derrama magisterial, pequeños poderes, obras, etc. son prendas en este mercado oscuro.
Pero somos más que eso: tenemos la moral alta y persistiremos –articulados y movilizándonos- en la única salida democrática decidiendo por Referéndum ante su ilegitimidad. Y somos más. Renunciaron dos ex fiscales competentes ante la politización de la nueva titular de su entidad, servidores públicos expertos que derrotan desde los tiempos de A. Fujimori corrupción y autoritarismo
CRÓNICAS SALVAJES: COLEGIOS EMPRESA-ALUMNOS CLIENTES
Las derechas conservadoras -incluidas las derrotadas mafias, pero no solo éstas- sí tienen memoria de nuestra Transición democrática del 2000 a la fecha, son concientes de lo que el pueblo conquistamos y a lo que –en ese momento- algunos de ellos sumaron en dicha gesta. Con esa claridad se preparan para definir una correlación de fuerzas definitorio al empate electoral de la 2° vuelta del 2021, en que les ganamos con las justas, mínimamente.
La presente mayoría representación del congreso es ilegítima –aunque legal- para reformar lo que consulta -forzando- al Tribunal Constitucional y lo que requiere la denuncia constitucional fiscal, que se politizó, estando denunciada por probable corrupción usando el fuero público a favor de su hermana y de dos mafias investigadas: la de los Sánchez Paredes desde el norte y Los cuellos blancos del puerto, desde el Callao-Lima.
Podemos y debemos juntarnos l@s demócratas que hagamos el mínimo crítico, un pivote, para articular y movilizarnos quienes ya coincidimos en lo que iniciamos meses atrás como colectivos: Consenso Ciudadano, La Propuesta, Coalición Ciudadana, la propia Conferencia Episcopal, integrándonos con los diversos colectivos locales y regionales entre los electos respectivos. Se trata de cosechar esa primera línea de acumulación –lograda- en estos meses de 2022. Hemos protagonizado ello: logramos que se agende en el congreso tan solo el mes pasado la idea de proyecto de ley por Referéndum para Adelanto de Elecciones. Hay que retomar. ¿Nos damos la mano en ello (presiona like) o aprietas por la iniciativa conservadora?
¿Qué memoria tendrían quiénes dejaron el proceso democratizador de las dos décadas, al garete, reduciéndolo y reducidos en sí mismos al breve gobierno transitorio del 2000 y a qué curules y cercanía de gobiernos lograban como «cambio» en siguientes gestiones?
Tendremos aliento en el horizonte cambiando la correlación de fuerzas al 2050, quienes nos preparemos para conquistar un nuevo proceso -largo- de transición democrática económica, política, intercultural y de justicia transicional, empezando por el corto, breve plazo, con lograr –articulados y movilizad@s- que el propio presidente Castillo se alinee a la demanda ciudadana por Qué se vayan tod@s, convoque a Referéndum a inicios de 2023 para decidir nuevas reglas electorales extraordinarias + adelanto de elecciones presidenciales primero y congresales en un mes siguiente + culmine en 2023 su gobierno y asuma lo que la Justicia le debe imponer o absolver + reformas constitucionales -incluyendo la del art. 117 constitucional- a cargo de un nuevo congreso LEGÍTIMO (no solo legal) y nuevo gobierno ampliamente legítimo (no solo parcialmente como hoy) complementando al 2026.
Perú, otra vez, allí nos vemos, como en 2000: abriendo nuevo proceso participativo democratizador: económico, intercultural, de justicia transicional, no solo de “institucionalidad política”, corrigiendo las deudas de estos 22 años, con nuevos sujetos por el cambio.
