La Dra. Rochelle Caplan, profesora de psiquiatría infantil en Semel Institute de UCLA, es una destacada experta enesquizofrenia infantil. Ella habla sobre cómo aparece el trastorno y por qué los niños afectados pueden ocultar a sus padres lo que están experimentando.
Esquizofrenia infantil: primeras señales
En la mayoría de los casos, la esquizofrenia ocurre principalmente en la adolescencia y en la adultez temprana. Pero la esquizofrenia infantil existe. Es mucho menos frecuente que la esquizofrenia de aparición tardía.
En la mayoría de los casos el inicio es bastante gradual y un niño, o un adolescente joven, puede volverse más solitario. Puede parecer que el niño tiene dificultades con la atención porque en realidad están prestando atención a estímulos internos, como las alucinaciones o a sus pensamientos ilusorios.
En otros casos los niños pueden parecer muy ansiosos porque es una experiencia muy, muy aterradora que un niño tenga una alucinación. Número uno, porque a veces el contenido de la alucinación es muy amenazante, como, “Te voy a matar”, o acusadora, “Niño malo, has hecho cosas terribles”. Y los niños, al comienzo del inicio del trastorno saben que esto es muy inusual, porque los niños, a partir de los cinco años, saben que uno no escucha voces cuando nadie habla o que uno no huele olores que nadie más puede oler.
Como padres lo que pueden experimentar es que su hijo es, por un lado, muy ansioso o porque desde su perspectiva, ustedes no entienden lo que está pasando con ellos. En realidad podrían portarse mal y estar muy irritables y muy enojados.
El trabajo escolar puede ir cuesta abajo porque el niño tiene mucha dificultad para prestar atención y retener lo que están aprendiendo. Y otro síntoma temprano muy importante del inicio serían dificultades para dormir. El niño puede tener dificultades para conciliar el sueño lo que es parte integral del trastorno, pero también puede ocurrir porque por las tardes estas alucinaciones parecen ser más evidentes o cuando el niño está solo y no hay nadie cerca para mitigar sea cual sea la experiencia, el niño está experimentando las alucinaciones y tienen mucho miedo. Así que, de nuevo, ustedes, como padres pueden pensar, Oh, mi hijo esta rebelde y no se va a dormir. Y pueden enojarse con su hijo pero, de hecho, el niño está muy ansioso y quiere estar junto a los padres para protegerlos.