La gastroenteritis viral es una infección de los intestinos que suele causar diarrea acuosa, dolor o calambres en el abdomen, náuseas o vómitos, y a veces fiebre.
La gastroenteritis viral es causada por virus Enlace externo del NIH. Los virus invaden las células normales del cuerpo. Muchos virus causan infecciones que pueden propagarse de persona a persona.
Las personas comúnmente se refieren a la gastroenteritis viral como “gripe estomacal”, pero el término no es médicamente correcto. La gastroenteritis viral es una infección de los intestinos, no del estómago, y no es causada por los virus de la influenza (gripe) Enlace externo del NIH. La vacuna contra la gripe Enlace externo del NIH no protege contra la gastroenteritis viral.
La gastroenteritis viral es aguda, lo cual significa que ocurre repentinamente y dura poco tiempo. La mayoría de los casos de gastroenteritis viral duran menos de una semana, y la mayoría de las personas mejoran por sí solas sin tratamiento médico. En algunos casos, la gastroenteritis viral puede causar síntomas severos o puede llevar a la deshidratación.
La gastroenteritis viral es muy común. El norovirus es la causa más común de la gastroenteritis viral. En los Estados Unidos, el norovirus causa entre 19 a 21 millones de casos de gastroenteritis viral cada año.1 Otros virus que causan gastroenteritis son menos comunes.
Cualquier persona puede contraer gastroenteritis viral. Algunas personas tienen más probabilidad de tener síntomas severos, incluyendo
- los bebés y los niños pequeños
- los adultos mayores
- las personas que tienen un sistema inmunitario debilitado
La deshidratación es la complicación más común de la gastroenteritis viral. Cuando la gastroenteritis viral causa vómito o diarrea, el cuerpo pierde líquidos y electrolitos. Si no se reemplazan esos líquidos y electrolitos, la persona puede deshidratarse. Cuando una persona está deshidratada, el cuerpo no tiene suficientes líquidos y electrolitos para funcionar correctamente. Revise una lista de síntomas de deshidratación.
La deshidratación es particularmente peligrosa en niños, adultos mayores y personas que tienen un sistema inmunitario debilitado. Sin tratamiento, la deshidratación puede conducir a problemas graves, tales como daño a los órganos, shock Enlace externo del NIH, estado de coma Enlace externo del NIH o incluso la muerte.
