El Perseverance descenderá sobre la superficie marciana sujetado por una “grúa celestial”.
Pero antes deberá sobrevivir a los llamados “siete minutos de terror”, el período de ingreso y descenso en la atmósfera marciana en que la temperatura y el riesgo son máximos.
Misiones previas constataron que antes de convertirse en un desierto helado, Marte fue lo suficientemente caliente como para albergar océanos de agua líquida.
El antecesor de Perseverance fue el robot Curiosity, que aterrizó en un sitio diferente del planeta en 2012 y aún sigue operando.
Curiosity confirmó que existieron en Marte condiciones para la vida. Perseverance dará ahora el paso siguiente y buscará responder una de las grandes preguntas de la astrobiología: ¿hay señales concretas de vida microbiana pasada en Marte?
Perseverance también recogerá muestras de rocas que serán traídas a la Tierra en un futuro y probará tecnologías pioneras para una eventual presencia humana en el planeta rojo.
Para ello Perseverance, que tiene el tamaño de un automóvil y pesa cerca de una tonelada, cuenta con novedosos instrumentos, cerca de 20 cámaras, un helicóptero y hasta micrófonos.
Te contamos en gráficos e imágenes algunos de los puntos más destacados de la misión Marte 2020.
El descenso y los siete minutos de terror
La nave que lleva a Perseverance ingresará a la atmósfera marciana a una velocidad de 19.500 km por hora. En siete minutos esa velocidad debe llegar a cero.
Todo el descenso es automatizado y dado que hay un retardo de más de 11 minutos en las comunicaciones con la Tierra, Perseverance estará a solas y no podrá ser ayudado en forma remota si surgen problemas.
La nave donde está el robot tiene una parte trasera en forma de cono que está sellada en la parte inferior por un escudo térmico. La temperatura en la superficie externa de ese escudo puede alcanzar cerca de 1.300 grados centígrados.
A unos 11 km de la superficie la nave desplegará un paracaídas de 21,5 metros. Poco después el escudo térmico se separará y caerá, exponiendo a Perseverance por primera vez a la atmósfera marciana y dando inicio a una nueva tecnología de autopiloto llamada Navegación en Relación al Terreno.
Perseverance es la primera misión que usa ese tipo de navegación. Mientras el robot desciende en el paracaídas captará imágenes de la superficie de Marte, las comparará con la información en su computadora y corregirá la trayectoria si es necesario.
En el minuto 5:50 del descenso se desprenderá el escudo térmico y el robot quedará suspendido de una “grúa celestial”, una estructura con retrocohetes que lo depositará suavemente en el suelo.
Esa “grúa” hará descender al robot suspendido de tres cables de nylon.
Una vez que las ruedas de Perseverance se posen sobre el suelo marciano, los cables se desprenderán y la grúa celestial caerá en otro sitio para evitar cualquier daño al robot.
FUENTE: BBC / NASA