Los perros robot son una de las tecnologías estrella a la hora de combatir la soledad de las personas adultas en Estados Unidos. Este mercado ha aumentado notablemente en los últimos años y numerosos usuarios de la principal potencia del mundo agradecen la compañía de estos dispositivos porque se sienten mejor con ellos. Así, animales mecánicos como Jennie, diseñada por la compañía Tombot Inc. son de lo más populares.
Esta perrita tiene la forma de un cachorro de labrador retriever amarillo. Para que pareciese un perro faldero y también para que se comportase como tal, los ingenieros de la empresa colaboraron con los técnicos de Creature Shop, firma de efectos especiales fundada en el lejano 1979 por el titiritero Jim Henson, creador de The Muppets.
Gracias a la cooperación de estos expertos, Jennie tiene poco que ver con un juguete, por ejemplo, porque sus ojos de cachorrito resultan muy creíbles por el movimiento de sus cejas. En un entorno como el norteamericano, en el que se incrementa la percepción de abandono entre los ancianos, soluciones como estas son convenientes, según los analistas.
No en vano, Estados Unidos es el país con un porcentaje más elevado de mayores que viven solos, de acuerdo con los datos del Pew Research Center. El aislamiento social se ha relacionado con una notable variedad de problemas de salud, incluidas la depresión y la demencia, como se recuerda desde los centros para el control y la prevención de enfermedades. La realidad virtual, la inteligencia artificial y las denominadas mascotas robóticas son tres de las medidas que se está aplicando con más frecuencia.
Estos sistemas de la quinta revolución industrial no son alternativas perfectas para la interacción humana, recalcan médicos y administradores de cuidados a colectivos vulnerables. Sin embargo, cumplen su función. Organizaciones como Rendever, centrada en la realidad virtual, llevan prestando sus servicios a los ancianos desde 2016, con actividades en las que se incorporan elementos aparentemente alejados del día a día de los mayores como los cascos.
Así, estos navegantes pueden encontrarse con avatares de sus seres queridos: para hacer turismo por París, jugar al ajedrez, pasear por el campo o descansar en el porche de su casa. Equipos de escritorio como el pequeño ElliQ, obra de Intuition Robotics, desborda la capacidad de conversar de asistentes como Alexa, ya que permite discutir sobre nutrición, ejercicio, meditación o música.
